Rajoy planea reducir 17.000 mandos militares
Publicado: 09 Sep 2011, 15:30
[align=justify]Rajoy planea reducir 17.000 mandos militares y el 25% de sus instalaciones
08.09.2011 Madrid Luis Montoto.
El PP no recortará el presupuesto de Defensa pero debe optimizar el gasto para afrontar la deuda del Ministerio, que asciende a 26.000 millones.
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El equipo de Mariano Rajoy ya tiene sobre la mesa un borrador sobre cuál debería ser la política de Defensa en la próxima legislatura. Los objetivos que se plantean en este documento, al que ha tenido acceso EXPANSIÓN, pasan por no reducir más las partidas actuales de este Ministerio (hoy se sitúan en 0,66% del PIB), pero proponen una profunda reforma del Ejército que simplifique su estructura y permita optimizar el gasto.
Bajo esta premisa, uno de los grandes retos es aplicar una política de personal que adelgace la cúpula de las Fuerzas Armadas. De esta forma, el número de oficiales y suboficiales debería pasar, en los próximos diez años, de los 47.000 actuales a unos 30.000 (es decir, una reducción de 36%).
En paralelo, la tropa y la marinería debería crecer y situarse en torno a 100.000 hombres al final de la década (actualmente hay 83.000). A corto plazo, la rebaja de efectivos se paliaría con una reserva activa de 40.000 miembros.
En la calle Génova también estudian recuperar una idea de la época en la que Federico Trillo estaba al frente de este Ministerio. Se trata de crear un mando militar único y operativo que agrupe a todas las unidades de fuerza, junto a otro dedicado a organizar los medios materiales y un tercero para la formación y entrenamiento. Todo esto podría generar un ahorro de 150 millones al evitar duplicidades.[/align]
Menos administración
Hay que tener en cuenta que, en este momento, más del 65% del presupuesto de 2011 (7.200 millones) se destina a pagar nóminas, un porcentaje que antes de la crisis se situaba en el 55%. Casi toda la presión de los ajustes ha recaído sobre las compras y el mantenimiento del material (acaparan el 35% restante). Según los analistas, en un ejército moderno, ambos aspectos deben estar balanceados.
En paralelo, la propia estructura del Ministerio tendría que ser objeto de un riguroso plan de ajuste, con la reducción de altos cargos, direcciones generales y subdirecciones. El borrador también propone unificar los centros de I+D del ejército en el Instituto Tecnológico Militar y la creación de una agencia de adquisiciones que ordene y racionalice las compras.
En cualquier caso, el punto más crítico que tendrá que afrontar el próximo titular de Defensa es el de la abultada deuda. En los últimos quince años, la cartera que hoy dirige Carme Chacón ha creado un agujero de 26.000 millones, tras la adquisición de sistemas de armamento como el caza Eurofighter, el avión de transporte militar A400M o las fragatas F-100. De este importe, 14.000 millones se deben al Ministerio de Industria y el resto se deriva de compromisos de pago con las distintas compañías, como EADS, Santa Bárbara o Navantia.
Equipamientos
Esto plantea un doble problema. Junto al pago de este armamento, también hay que afrontar el coste de mantenimiento, mucho más elevado que el de los antiguos sistemas. Por ello, el documento que maneja el PP advierte de que es prioritario sacar esa deuda del balance del Ministerio de Defensa, pues de lo contrario no podría acometerse ningún esfuerzo económico para seguir modernizando las Fuerzas Armadas.
En segundo lugar, para sostener y operar estos equipos, las reformas deberían incluir una reducción del 25% de las instalaciones actuales, lo que permitirá mejorar las que queden en uso.
El documento contempla algunos escenarios a los que se tendrá que enfrentar el Ejecutivo español a corto y medio plazo. Destaca, en la próxima legislatura, la retirada de Afganistán y el Líbano. Para una salida segura de estas misiones deberán asignarse recursos extraordinarios (el coste anual de la presencia internacional de las tropas roza los 800 millones de euros).
Por último, pone el acento en que el entorno regional se ha deteriorado notablemente, ya que Marruecos y Argelia llevan diez años enfrascados en una carrera de armamento, y alerta de que la inestabilidad en los países árabes no parece resolverse y se desconoce cuál puede ser el resultado político final.
FUENTE: EXPANSION
08.09.2011 Madrid Luis Montoto.
El PP no recortará el presupuesto de Defensa pero debe optimizar el gasto para afrontar la deuda del Ministerio, que asciende a 26.000 millones.
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El equipo de Mariano Rajoy ya tiene sobre la mesa un borrador sobre cuál debería ser la política de Defensa en la próxima legislatura. Los objetivos que se plantean en este documento, al que ha tenido acceso EXPANSIÓN, pasan por no reducir más las partidas actuales de este Ministerio (hoy se sitúan en 0,66% del PIB), pero proponen una profunda reforma del Ejército que simplifique su estructura y permita optimizar el gasto.
Bajo esta premisa, uno de los grandes retos es aplicar una política de personal que adelgace la cúpula de las Fuerzas Armadas. De esta forma, el número de oficiales y suboficiales debería pasar, en los próximos diez años, de los 47.000 actuales a unos 30.000 (es decir, una reducción de 36%).
En paralelo, la tropa y la marinería debería crecer y situarse en torno a 100.000 hombres al final de la década (actualmente hay 83.000). A corto plazo, la rebaja de efectivos se paliaría con una reserva activa de 40.000 miembros.
En la calle Génova también estudian recuperar una idea de la época en la que Federico Trillo estaba al frente de este Ministerio. Se trata de crear un mando militar único y operativo que agrupe a todas las unidades de fuerza, junto a otro dedicado a organizar los medios materiales y un tercero para la formación y entrenamiento. Todo esto podría generar un ahorro de 150 millones al evitar duplicidades.[/align]
Menos administración
Hay que tener en cuenta que, en este momento, más del 65% del presupuesto de 2011 (7.200 millones) se destina a pagar nóminas, un porcentaje que antes de la crisis se situaba en el 55%. Casi toda la presión de los ajustes ha recaído sobre las compras y el mantenimiento del material (acaparan el 35% restante). Según los analistas, en un ejército moderno, ambos aspectos deben estar balanceados.
En paralelo, la propia estructura del Ministerio tendría que ser objeto de un riguroso plan de ajuste, con la reducción de altos cargos, direcciones generales y subdirecciones. El borrador también propone unificar los centros de I+D del ejército en el Instituto Tecnológico Militar y la creación de una agencia de adquisiciones que ordene y racionalice las compras.
En cualquier caso, el punto más crítico que tendrá que afrontar el próximo titular de Defensa es el de la abultada deuda. En los últimos quince años, la cartera que hoy dirige Carme Chacón ha creado un agujero de 26.000 millones, tras la adquisición de sistemas de armamento como el caza Eurofighter, el avión de transporte militar A400M o las fragatas F-100. De este importe, 14.000 millones se deben al Ministerio de Industria y el resto se deriva de compromisos de pago con las distintas compañías, como EADS, Santa Bárbara o Navantia.
Equipamientos
Esto plantea un doble problema. Junto al pago de este armamento, también hay que afrontar el coste de mantenimiento, mucho más elevado que el de los antiguos sistemas. Por ello, el documento que maneja el PP advierte de que es prioritario sacar esa deuda del balance del Ministerio de Defensa, pues de lo contrario no podría acometerse ningún esfuerzo económico para seguir modernizando las Fuerzas Armadas.
En segundo lugar, para sostener y operar estos equipos, las reformas deberían incluir una reducción del 25% de las instalaciones actuales, lo que permitirá mejorar las que queden en uso.
El documento contempla algunos escenarios a los que se tendrá que enfrentar el Ejecutivo español a corto y medio plazo. Destaca, en la próxima legislatura, la retirada de Afganistán y el Líbano. Para una salida segura de estas misiones deberán asignarse recursos extraordinarios (el coste anual de la presencia internacional de las tropas roza los 800 millones de euros).
Por último, pone el acento en que el entorno regional se ha deteriorado notablemente, ya que Marruecos y Argelia llevan diez años enfrascados en una carrera de armamento, y alerta de que la inestabilidad en los países árabes no parece resolverse y se desconoce cuál puede ser el resultado político final.
FUENTE: EXPANSION