Afganistan, escenario de violencia de conflicto y de guerra
Publicado: 29 Ago 2010, 11:57
[align=justify]AFGANISTÁN, ¿QUÉ OCULTA EL GOBIERNO?
El 5 de abril de 2009 en Praga, tras el encuentro mantenido entre nuestro Presidente del Gobierno y el Sr. Obama, el Sr. Rodríguez Zapatero dijo: “No hay que preguntarse qué puede hacer él, sino qué podemos hacer nosotros por él”.
El 13 de octubre de ese mismo año, nuestro Presidente anunció que España haría una contribución importante a la formación de las fuerzas de seguridad afganas a través de la Guardia Civil. Así se lo prometió el Jefe del Gobierno español al Sr. Barack Obama, durante su primera visita a la Casa Blanca. Nuestro presidente admitió que el envío de guardias civiles era el único "punto nuevo" que Obama había puesto sobre la mesa.
Al respecto, la Unión de Oficiales emitió un comunicado denunciando la falta de personalidad del Ejecutivo y cuestionando la validez de la presencia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en un escenario bélico. Desgraciadamente, no queremos decir que el tiempo nos haya dado la razón, pero lo ocurrido en Afganistán es un ejemplo más del papel que juegan los guardias civiles para este Gobierno: simples marionetas puestas a disposición de un Ministro y un Director General de la Policía, que no de la Guardia Civil.
Los dos oficiales de la Guardia Civil asesinados, de los cuales el alférez Bravo era socio de esta asociación mayoritaria entre los oficiales del cuerpo, seguirían junto a sus familias de no haber existido ese deseo de agradar al presidente de un país, ante cuya bandera, el 12 de octubre de 2003, el mismo protagonista, entonces líder de la oposición, permaneció sentado durante el desfile de la Fiesta Nacional, en señal de protesta por la guerra de Irak.[/align]
[align=justify]Sin cuestionar la necesidad de la presencia de las Fuerzas Armadas Españolas en este tipo de escenarios, se considera que, dada la situación real actual, así como los medios y la gestión en torno a nuestro personal desplazado, es necesaria la salida de los guardias civiles que forman parte del contingente español, que además no cuentan con formación militar operativa para actuar, en un escenario “de violencia, de conflicto y de guerra”, como ha sido calificado por la Ministra de Defensa.
Nuestra formación está dirigida a un escenario de posguerra y éste no es el caso. La situación en Afganistán, según informaciones del propio personal desplazado, es la de un lugar “donde cada día se leen informes sobre ataques producidos en todo el país y especialmente en la zona de actuación donde trabajan los guardias civiles. Los atentados son diarios y numerosos. Las bajas, incontables. La sensibilidad, por desgracia, prácticamente inexistente. Donde se habla de muertos en combate y ataques con explosivos improvisados como si fuera lo más normal del mundo”. Por lo tanto, lejos de ser una misión de asesoramiento policial, humanitaria o de reconstrucción.
Nuestro Gobierno, que se hace llamar progresista y que persiste en su despreocupación por los guardias civiles, se mantiene firme en la desidiosa actitud de impedir su modernización y actúa como nos tiene acostumbrados, reforzando la inteligencia en el escenario cuando ya han sucedido los hechos. ¿Ha existido carencia de Inteligencia en el conflicto?, ¿son adecuadas las medidas de seguridad de nuestras fuerzas policiales destacadas allí?, ¿qué es lo que oculta el Gobierno? Nosotros lo sabemos, pero es el Ministro Rubalcaba quien lo tiene que decir, aunque nos tememos que, como siempre hace, dé la callada por respuesta.
La U.O., ofrece su apoyo incondicional a las familias de los oficiales asesinados, y pondrá todo su empeño en impulsar las investigaciones judiciales necesarias con el fin de esclarecer las posibles negligencias en que pudieran haber incurrido los responsables políticos y militares de nuestros compañeros.[/align]
[align=center]Madrid 29 de agosto de 2010
JUNTA DIRECTIVA DE LA UNIÓN DE OFICIALES[/align]
El 5 de abril de 2009 en Praga, tras el encuentro mantenido entre nuestro Presidente del Gobierno y el Sr. Obama, el Sr. Rodríguez Zapatero dijo: “No hay que preguntarse qué puede hacer él, sino qué podemos hacer nosotros por él”.
El 13 de octubre de ese mismo año, nuestro Presidente anunció que España haría una contribución importante a la formación de las fuerzas de seguridad afganas a través de la Guardia Civil. Así se lo prometió el Jefe del Gobierno español al Sr. Barack Obama, durante su primera visita a la Casa Blanca. Nuestro presidente admitió que el envío de guardias civiles era el único "punto nuevo" que Obama había puesto sobre la mesa.
Al respecto, la Unión de Oficiales emitió un comunicado denunciando la falta de personalidad del Ejecutivo y cuestionando la validez de la presencia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en un escenario bélico. Desgraciadamente, no queremos decir que el tiempo nos haya dado la razón, pero lo ocurrido en Afganistán es un ejemplo más del papel que juegan los guardias civiles para este Gobierno: simples marionetas puestas a disposición de un Ministro y un Director General de la Policía, que no de la Guardia Civil.
Los dos oficiales de la Guardia Civil asesinados, de los cuales el alférez Bravo era socio de esta asociación mayoritaria entre los oficiales del cuerpo, seguirían junto a sus familias de no haber existido ese deseo de agradar al presidente de un país, ante cuya bandera, el 12 de octubre de 2003, el mismo protagonista, entonces líder de la oposición, permaneció sentado durante el desfile de la Fiesta Nacional, en señal de protesta por la guerra de Irak.[/align]
[align=justify]Sin cuestionar la necesidad de la presencia de las Fuerzas Armadas Españolas en este tipo de escenarios, se considera que, dada la situación real actual, así como los medios y la gestión en torno a nuestro personal desplazado, es necesaria la salida de los guardias civiles que forman parte del contingente español, que además no cuentan con formación militar operativa para actuar, en un escenario “de violencia, de conflicto y de guerra”, como ha sido calificado por la Ministra de Defensa.
Nuestra formación está dirigida a un escenario de posguerra y éste no es el caso. La situación en Afganistán, según informaciones del propio personal desplazado, es la de un lugar “donde cada día se leen informes sobre ataques producidos en todo el país y especialmente en la zona de actuación donde trabajan los guardias civiles. Los atentados son diarios y numerosos. Las bajas, incontables. La sensibilidad, por desgracia, prácticamente inexistente. Donde se habla de muertos en combate y ataques con explosivos improvisados como si fuera lo más normal del mundo”. Por lo tanto, lejos de ser una misión de asesoramiento policial, humanitaria o de reconstrucción.
Nuestro Gobierno, que se hace llamar progresista y que persiste en su despreocupación por los guardias civiles, se mantiene firme en la desidiosa actitud de impedir su modernización y actúa como nos tiene acostumbrados, reforzando la inteligencia en el escenario cuando ya han sucedido los hechos. ¿Ha existido carencia de Inteligencia en el conflicto?, ¿son adecuadas las medidas de seguridad de nuestras fuerzas policiales destacadas allí?, ¿qué es lo que oculta el Gobierno? Nosotros lo sabemos, pero es el Ministro Rubalcaba quien lo tiene que decir, aunque nos tememos que, como siempre hace, dé la callada por respuesta.
La U.O., ofrece su apoyo incondicional a las familias de los oficiales asesinados, y pondrá todo su empeño en impulsar las investigaciones judiciales necesarias con el fin de esclarecer las posibles negligencias en que pudieran haber incurrido los responsables políticos y militares de nuestros compañeros.[/align]
[align=center]Madrid 29 de agosto de 2010
JUNTA DIRECTIVA DE LA UNIÓN DE OFICIALES[/align]