lo que necesitamos es mas sueldo...............y menos migajas.........fernando.FERNAN37 escribió:Es algo que ni me afecta ni considero, es muy dificil intentar razonar con la fuerza de la razón a quienes solo defienden la razón de la fuerza.
Teniendo en cuenbta que las mismas letras tiene un SI que un NO, a ser posible siempre seré positivo, el que quiera ser lo contrário, allá el.
Necesitamos mas servicios, mas apoyos, mas ayuda, mas acción social.....
¿ Porque no lo queremos admitir?
¿COMO LO VEIS?
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- depeche
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Re: LO QUE ALGUNOS CREAN O DEJEN DE CREER.¡¡
"Rebelarse es el más sagrado de los derechos y el deber más indispensable." Marquis de La Fayette.
"EL unico simbolo de superioridad que conozco, es la bondad"
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Tricornioman escribió:aroldo escribió:El dinero que te retiene el estado mediante el irpf, o mediante los demás impuestos o tributos que pagas, tambien se destina a cosas que no te gustan, (alguna habrá), así que tambien puedes extender tu comentario hacia ese lado.
Aqui lo de militar no tiene nada que ver. Es accion social y de ello tambien se benefician los huerfanos. Prefiero ver mi aportacion invertida en este tipo de obras sociales PARA TODOS que no verla en nada.
Mira si no te gusta no vayas. Si no te van a echar de menos.
¿ACCION SOCIAL?. ¡ Anda yaaaaaaaaa !, yo concozco a un Retirado que una vez concedida (Por escrito del habilitado) una habitación en una Residencia el Cuerpo; a los siete días, le enviaron una carta diciendo que había sido un error y que buscara otras fechas.
¿ Qué ocurrió?: Muy sencillo, le habían otorgado, con posterioridad, esa Residencia a algún Jefe, porque no creo que se la concedieran aun Guardia Civil, como llamáis "De base".
¿ ACCION SOCIAL?, como siempre, y perdón por la expresión: " una m.i.e.r.d.a".
Claro que posiblemente a tí algún día te toque una fecha en concreto, para que un retirado del Cuerpo con todos sus méritos y familia, tenga que buscar otras fechas que a ti no te interesen.![]()
..tienes que aprender a leer. Creo que no has mirado la orden que regula la concesion tanto de esta residencia como de los apartamentos, etc. Las conceden sin distinción de escalas ni empleos al que más tiempo lleve sin disfrutar de ellas y luego como en todo hay una prioridad. Primero lo que estan en activo, luego retirados, etc, La accion social no es sólo para los retirados, para eso esta el inserso. Te vuelvo a repetir no las pidas y tan tranquilo, te gastas 120 euros en un habitacion cuando vayas a Madrid y así los demás podremos pagar menos.
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Pelotazo’ de la Asociación Pro Huérfanos de la Guardia Civil en Málaga.(II)
dro escribió "
El estudio de arquitectura del hermano mayor de la cofradía de la Expiración, Amando J. Alonso, se embolsa 17,4 millones de euros con el hotel de lujo de la Asociación Pro Huérfanos de la Guardia Civil. La AUGC no sabe si el hotel se le concedió mediante concurso abierto o directamente.
El arquitecto Amando J. Alonso, hermano mayor de la cofradía malagueña más íntimamente ligada al cuerpo de la Benemérita (la Pontificia, Real, Ilustre y Venerable Archicofradía Sacramental de Culto y Procesión del Santísimo Cristo de la Expiración y María Santísima de los Dolores Coronada), es uno de los grandes beneficiados de la operación inmobiliaria en la que la Asociación Pro Huérfanos de la Guardia Civil ha transformado en hotel de cuatro estrellas lo que se presentó como residencia con fines sociales. Según ha podido comprobar EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com en el proyecto básico para hotel de cuatro estrellas y aparta-hotel, el estudio de arquitectura Arquidesur SL, donde es administrador único Amando J. Alonso, facturará a los huérfanos de la Guardia Civil 17.470.000 euros, tal y como se detalla en el presupuesto básico del proyecto. Alonso ha sido galardonado con el premio ‘Terral del año’ por la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) por “contribuir de forma contraria al espíritu de tolerancia y amistad con todos los guardias civiles independientemente de su graduación”.
La parcela sobre la que se levantará el hotel de la Asociación Pro Huérfanos de la Guardia Civil, sita en la avenida Sor Teresa Prat 37, se destinó a uso hotelero en base al convenio urbanístico ‘Llanos del Tabaco’ gracias al cual se modificaron elementos del Plan General de Ordenación Urbana el 15 de marzo de 2004 para permitir un aumento de la edificabilidad del 20% sobre lo inicialmente planteado, “así como la posibilidad de igualar o incluso superar la altura permitida de planta baja más siete”, por lo que finalmente el edificio tendrá tres niveles bajo rasante además de las siete alturas. El hotel de cuatro estrellas contará con 182 habitaciones más las instalaciones propias a un establecimiento de su categoría (gimnasio, spa, cafetería, pista de padel…), mientras que el edificio colindante se explotará en régimen de aparta-hotel y contará con 50 estancias, según consta en la memoria básica del proyecto.
La autoría del proyecto corresponde al estudio de arquitectura Arquidesur S.L donde Amando J. Alonso es administrador único según datos del Registro Mercantil. Amando J. Alonso ostenta también el título de hermano mayor de la cofradía de la Expiración, comúnmente conocida como la cofradía de la Guardia Civil por los íntimos y antiguos vínculos que unen a estas dos organizaciones. El presupuesto presentado en dicho documento fechado en enero de 2005 para la construcción del hotel es de diecisiete millones cuatrocientos setenta mil euros (17.470.000).
La adjudicación del proyecto a Alonso se certifica en el Boletín Oficial del Cuerpo (BOC) de 20 de mayo de 2006. Desde la Asociación Unificada de Guardia Civil desconocen si la decisión de otorgar a Amando J. Alonso se realizó mediante un concurso entre varias propuestas o se realizó a dedo ya que sólo tuvieron conocimiento de la misma a través del boletín oficial. Las ventas de Arquidesur, atendiendo a los datos del BORME, pasaron de 353 millones de euros en 2004 a superar los 858 millones de euros en 2005.
La relación entre esta asociación que representa a más de la mitad de los agentes de Málaga y el hermano mayor de la cofradía de la Expiración ha sido tirante desde hace años y se rompió finalmente tras la negativa de Amando J. Alonso a autorizar una ofrenda floral de los miembros de la AUGC a las imágenes de la cofradía que representa, dejando sin respuesta la petición por escrito que se le envió en febrero de 2002.
Por esta razón Alonso tiene el “dudoso honor” de haber sido galardona con el premio Terral con el que la AUGC quiere “dar un toque de atención a alguna persona o colectivo que creamos haya contribuido de forma contraria al espíritu de tolerancia y amistad con todos y cada uno de los guardias civiles, independientemente de su graduación”, según se desprende de los escritos enviados al propio hermano mayor.
Fuente: Revista El Observador.
http://www.revistaelobservador.com/
Nota EFV → Artículo relacionado:
http://www.elfaroverde.com/modules.php? ... 1&thold=-1 "
dro escribió "
El estudio de arquitectura del hermano mayor de la cofradía de la Expiración, Amando J. Alonso, se embolsa 17,4 millones de euros con el hotel de lujo de la Asociación Pro Huérfanos de la Guardia Civil. La AUGC no sabe si el hotel se le concedió mediante concurso abierto o directamente.
El arquitecto Amando J. Alonso, hermano mayor de la cofradía malagueña más íntimamente ligada al cuerpo de la Benemérita (la Pontificia, Real, Ilustre y Venerable Archicofradía Sacramental de Culto y Procesión del Santísimo Cristo de la Expiración y María Santísima de los Dolores Coronada), es uno de los grandes beneficiados de la operación inmobiliaria en la que la Asociación Pro Huérfanos de la Guardia Civil ha transformado en hotel de cuatro estrellas lo que se presentó como residencia con fines sociales. Según ha podido comprobar EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com en el proyecto básico para hotel de cuatro estrellas y aparta-hotel, el estudio de arquitectura Arquidesur SL, donde es administrador único Amando J. Alonso, facturará a los huérfanos de la Guardia Civil 17.470.000 euros, tal y como se detalla en el presupuesto básico del proyecto. Alonso ha sido galardonado con el premio ‘Terral del año’ por la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) por “contribuir de forma contraria al espíritu de tolerancia y amistad con todos los guardias civiles independientemente de su graduación”.
La parcela sobre la que se levantará el hotel de la Asociación Pro Huérfanos de la Guardia Civil, sita en la avenida Sor Teresa Prat 37, se destinó a uso hotelero en base al convenio urbanístico ‘Llanos del Tabaco’ gracias al cual se modificaron elementos del Plan General de Ordenación Urbana el 15 de marzo de 2004 para permitir un aumento de la edificabilidad del 20% sobre lo inicialmente planteado, “así como la posibilidad de igualar o incluso superar la altura permitida de planta baja más siete”, por lo que finalmente el edificio tendrá tres niveles bajo rasante además de las siete alturas. El hotel de cuatro estrellas contará con 182 habitaciones más las instalaciones propias a un establecimiento de su categoría (gimnasio, spa, cafetería, pista de padel…), mientras que el edificio colindante se explotará en régimen de aparta-hotel y contará con 50 estancias, según consta en la memoria básica del proyecto.
La autoría del proyecto corresponde al estudio de arquitectura Arquidesur S.L donde Amando J. Alonso es administrador único según datos del Registro Mercantil. Amando J. Alonso ostenta también el título de hermano mayor de la cofradía de la Expiración, comúnmente conocida como la cofradía de la Guardia Civil por los íntimos y antiguos vínculos que unen a estas dos organizaciones. El presupuesto presentado en dicho documento fechado en enero de 2005 para la construcción del hotel es de diecisiete millones cuatrocientos setenta mil euros (17.470.000).
La adjudicación del proyecto a Alonso se certifica en el Boletín Oficial del Cuerpo (BOC) de 20 de mayo de 2006. Desde la Asociación Unificada de Guardia Civil desconocen si la decisión de otorgar a Amando J. Alonso se realizó mediante un concurso entre varias propuestas o se realizó a dedo ya que sólo tuvieron conocimiento de la misma a través del boletín oficial. Las ventas de Arquidesur, atendiendo a los datos del BORME, pasaron de 353 millones de euros en 2004 a superar los 858 millones de euros en 2005.
La relación entre esta asociación que representa a más de la mitad de los agentes de Málaga y el hermano mayor de la cofradía de la Expiración ha sido tirante desde hace años y se rompió finalmente tras la negativa de Amando J. Alonso a autorizar una ofrenda floral de los miembros de la AUGC a las imágenes de la cofradía que representa, dejando sin respuesta la petición por escrito que se le envió en febrero de 2002.
Por esta razón Alonso tiene el “dudoso honor” de haber sido galardona con el premio Terral con el que la AUGC quiere “dar un toque de atención a alguna persona o colectivo que creamos haya contribuido de forma contraria al espíritu de tolerancia y amistad con todos y cada uno de los guardias civiles, independientemente de su graduación”, según se desprende de los escritos enviados al propio hermano mayor.
Fuente: Revista El Observador.
http://www.revistaelobservador.com/
Nota EFV → Artículo relacionado:
http://www.elfaroverde.com/modules.php? ... 1&thold=-1 "
"Rebelarse es el más sagrado de los derechos y el deber más indispensable." Marquis de La Fayette.
"EL unico simbolo de superioridad que conozco, es la bondad"
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La trama de Gescartera, a juicio seis años después del fraude y sin rastro del dinero.
►Otro de los elementos que provocó más escándalo fue la lista de clientes de la sociedad, cuajada de instituciones sociales, religiosas y estatales. La mutualidad de la Policía, el servicio de Seguridad Social de la Armada, la asociación de huérfanos de la Guardia Civil , la Once, el arzobispado de Valladolid, las Agustinas Misioneras, la ONG católica Manos Unidas, empresas públicas como la Compañía Española de Tabaco en Rama... Todos ellos y una larga lista de pequeños ahorradores cayeron rendidos ante Camacho, quien aún defiende que todo el dinero se evaporó simplemente a causa de las malas inversiones.
El 'caso Gescartera', la oscura agencia de valores que hizo tambalearse a toda la cúpula económica de los gobiernos de José María Aznar, se acerca por fin a su resolución. La Audiencia Nacional comenzará a juzgar mañana, más de seis años después de que saltase el escándalo, a los catorce acusados por una estafa estimada en 50,2 millones de euros -más de 8.300 millones de pesetas-, de la que fueron víctimas 4.000 inversores entre los años 1992 y 2001. La Fiscalía Anticorrupción pide para los procesados un total de 96 años de cárcel. No son cifras muy abultadas si se las compara con los 350.000 afectados de Fórum Filatélico y Afinsa y sus 6.203 millones de euros desaparecidos. Pero ningún fraude reciente ha provocado la dimisión de todo un secretario de Estado de Hacienda -Enrique Giménez-Reyna, hermano de la entonces presidenta de la firma- o de la máxima responsable del órgano supervisor de los mercados. Pilar Valiente tuvo que dejar la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) por las 'salpicaduras' del 'affaire'.
Gescartera, más allá de un estafa de enorme magnitud, se ha convertido en un símbolo de los 'pelotazos' financieros en el ocaso del siglo XX y en un estigma para la exitosa gestión económica de los ejecutivos del PP. A pesar de que ninguno de los políticos implicados se sentará en el banquillo, todavía se dejan sentir los efectos de la descomunal polvareda que levantó la polémica lista de inversores en la controvertida compañía y las relaciones de sus administradores con varios pesos pesados del equipo económico del entonces vicepresidente Rodrigo Rato.
Imagen de solvencia
Todo empezó mucho antes, en 1992, cuando un ambicioso joven llamado Antonio Camacho, de discreto expediente académico pero extraordinarias dotes sociales, fundó con su padre Gescartera, una pequeña sociedad de gestión de patrimonios no diferente a otras miles que había en el país. El elemento diferenciador fue, desde su mismo comienzo, la capacidad para relacionarse de su dueño. El agresivo 'broker' comenzó a formar una tupida trama de contactos y nombró director general al cantante melódico Jaime Morey, con lo que buscó popularidad y acceso a determinados ambientes.
La clave del chanchullo, según sostiene la Fiscalía Anticorrupción en su escrito de acusación, era proyectar una imagen de «solvencia e importancia» que, combinada con la promesa de rentabilidades superiores a las habituales en el mercado, facilitara la captación de clientes, si no masiva, sí al menos importante. Tanto en lo cuantitativo como en lo cualitativo.
El dinero así obtenido nunca se empleaba para efectuar las inversiones en Bolsa contratadas. En gran parte iba a parar a los bolsillos de Camacho y sus socios, bien directamente o a través de una tupida red de testaferros. Otra parte se dedicaba a mantener Gescartera funcionando. En una carrera sin fin, los fondos recién captados servían para devolver el dinero a los clientes que se iban y para abonar las ganancias prometidas.
Los puntos flacos de la compleja trama que había montado, basada en documentos bancarios falsos y operaciones bursátiles fraudulentas, llevaron a Camacho a hacer dos 'fichajes' decisivos. José María Ruiz de la Serna, técnico de la Comisión Nacional del Mercado de Valores responsable de la supervisión de instituciones de inversión colectiva desde 1989, pasó a ser su 'número dos' en Gescartera en 1997. Su conocimiento del funcionamiento del regulador de los mercados y sus contactos permitieron a la sociedad seguir engañando al organismo.
Contacto con la CNMV
Su segundo movimiento clave fue aupar a la presidencia de Gescartera a una de sus comerciales, Pilar Giménez-Reyna, con la vista puesta en que su hermano Enrique, que era secretario de Estado de Hacienda y amigo personal de Aznar. Esta relación le permitió entablar contacto directo con la entonces presidenta de la CNMV, Pilar Valiente, y su vicepresidente, Luis Ramallo, ex diputado del PP, que también actuó como notario de Gescartera.
Estos contactos facilitaron que el consejo del regulador bursátil aprobase en 2000 la transformación de la sociedad en una agencia de valores, con lo que podía operar directamente en la Bolsa. Y ello, pese a que había sido sancionada hasta en tres ocasiones -1994, 1997 y 1999- por captar dinero sin permiso y resistirse a ser inspeccionada. Apenas unos meses después, el 14 de junio de 2001, ese mismo órgano de gobierno se veía forzado por los acontecimientos a acordar, por unanimidad, la intervención de Gescartera ante la «imposibilidad de conocer la situación económico-financiera y el destino de los fondos de sus clientes».
Ése no fue más que el punto de partida del mayor escándalo económico sucedido en España desde la intervención de Banesto y la caída de Mario Conde en 1993. La opinión pública quedó asombrada por las ramificaciones de trama y la oposición, con el desastre del 'Prestige' y la guerra de Irak todavía en el horizonte, aprovechó para cargar con fuerza contra el Gobierno y forzar una comisión de investigación parlamentaria que, como muchas otras, no dejó nada en claro. En muchos casos no se pudo pasar de las meras sospechas, pero ni el propio Rato se libró de ellas al ser el responsable último de toda el área económica del Ejecutivo y tener relaciones comerciales a través de una sociedad familiar con el banco HSBC, que también trabajaba con Gescartera.
Clientes ilustres
Otro de los elementos que provocó más escándalo fue la lista de clientes de la sociedad, cuajada de instituciones sociales, religiosas y estatales. La mutualidad de la Policía, el servicio de Seguridad Social de la Armada, la asociación de huérfanos de la Guardia Civil, la Once, el arzobispado de Valladolid, las Agustinas Misioneras, la ONG católica Manos Unidas, empresas públicas como la Compañía Española de Tabaco en Rama... Todos ellos y una larga lista de pequeños ahorradores cayeron rendidos ante Camacho, quien aún defiende que todo el dinero se evaporó simplemente a causa de las malas inversiones.
Con estos antecedentes, la propia Fiscalía reconoce que resultará «enormemente dificultoso» llegar a averiguar algún día cuál fue el verdadero destino de sus ahorros. Cuando menos, ése es el objetivo último del juicio que arranca mañana lunes y, donde esta vez, lo de menos pueden ser las penas de prisión que se puedan imponer, que van desde los tres hasta los once años de cárcel por los presuntos delitos de estafa y falsedad documental.
http://www.elcorreodigital.com
►Otro de los elementos que provocó más escándalo fue la lista de clientes de la sociedad, cuajada de instituciones sociales, religiosas y estatales. La mutualidad de la Policía, el servicio de Seguridad Social de la Armada, la asociación de huérfanos de la Guardia Civil , la Once, el arzobispado de Valladolid, las Agustinas Misioneras, la ONG católica Manos Unidas, empresas públicas como la Compañía Española de Tabaco en Rama... Todos ellos y una larga lista de pequeños ahorradores cayeron rendidos ante Camacho, quien aún defiende que todo el dinero se evaporó simplemente a causa de las malas inversiones.
El 'caso Gescartera', la oscura agencia de valores que hizo tambalearse a toda la cúpula económica de los gobiernos de José María Aznar, se acerca por fin a su resolución. La Audiencia Nacional comenzará a juzgar mañana, más de seis años después de que saltase el escándalo, a los catorce acusados por una estafa estimada en 50,2 millones de euros -más de 8.300 millones de pesetas-, de la que fueron víctimas 4.000 inversores entre los años 1992 y 2001. La Fiscalía Anticorrupción pide para los procesados un total de 96 años de cárcel. No son cifras muy abultadas si se las compara con los 350.000 afectados de Fórum Filatélico y Afinsa y sus 6.203 millones de euros desaparecidos. Pero ningún fraude reciente ha provocado la dimisión de todo un secretario de Estado de Hacienda -Enrique Giménez-Reyna, hermano de la entonces presidenta de la firma- o de la máxima responsable del órgano supervisor de los mercados. Pilar Valiente tuvo que dejar la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) por las 'salpicaduras' del 'affaire'.
Gescartera, más allá de un estafa de enorme magnitud, se ha convertido en un símbolo de los 'pelotazos' financieros en el ocaso del siglo XX y en un estigma para la exitosa gestión económica de los ejecutivos del PP. A pesar de que ninguno de los políticos implicados se sentará en el banquillo, todavía se dejan sentir los efectos de la descomunal polvareda que levantó la polémica lista de inversores en la controvertida compañía y las relaciones de sus administradores con varios pesos pesados del equipo económico del entonces vicepresidente Rodrigo Rato.
Imagen de solvencia
Todo empezó mucho antes, en 1992, cuando un ambicioso joven llamado Antonio Camacho, de discreto expediente académico pero extraordinarias dotes sociales, fundó con su padre Gescartera, una pequeña sociedad de gestión de patrimonios no diferente a otras miles que había en el país. El elemento diferenciador fue, desde su mismo comienzo, la capacidad para relacionarse de su dueño. El agresivo 'broker' comenzó a formar una tupida trama de contactos y nombró director general al cantante melódico Jaime Morey, con lo que buscó popularidad y acceso a determinados ambientes.
La clave del chanchullo, según sostiene la Fiscalía Anticorrupción en su escrito de acusación, era proyectar una imagen de «solvencia e importancia» que, combinada con la promesa de rentabilidades superiores a las habituales en el mercado, facilitara la captación de clientes, si no masiva, sí al menos importante. Tanto en lo cuantitativo como en lo cualitativo.
El dinero así obtenido nunca se empleaba para efectuar las inversiones en Bolsa contratadas. En gran parte iba a parar a los bolsillos de Camacho y sus socios, bien directamente o a través de una tupida red de testaferros. Otra parte se dedicaba a mantener Gescartera funcionando. En una carrera sin fin, los fondos recién captados servían para devolver el dinero a los clientes que se iban y para abonar las ganancias prometidas.
Los puntos flacos de la compleja trama que había montado, basada en documentos bancarios falsos y operaciones bursátiles fraudulentas, llevaron a Camacho a hacer dos 'fichajes' decisivos. José María Ruiz de la Serna, técnico de la Comisión Nacional del Mercado de Valores responsable de la supervisión de instituciones de inversión colectiva desde 1989, pasó a ser su 'número dos' en Gescartera en 1997. Su conocimiento del funcionamiento del regulador de los mercados y sus contactos permitieron a la sociedad seguir engañando al organismo.
Contacto con la CNMV
Su segundo movimiento clave fue aupar a la presidencia de Gescartera a una de sus comerciales, Pilar Giménez-Reyna, con la vista puesta en que su hermano Enrique, que era secretario de Estado de Hacienda y amigo personal de Aznar. Esta relación le permitió entablar contacto directo con la entonces presidenta de la CNMV, Pilar Valiente, y su vicepresidente, Luis Ramallo, ex diputado del PP, que también actuó como notario de Gescartera.
Estos contactos facilitaron que el consejo del regulador bursátil aprobase en 2000 la transformación de la sociedad en una agencia de valores, con lo que podía operar directamente en la Bolsa. Y ello, pese a que había sido sancionada hasta en tres ocasiones -1994, 1997 y 1999- por captar dinero sin permiso y resistirse a ser inspeccionada. Apenas unos meses después, el 14 de junio de 2001, ese mismo órgano de gobierno se veía forzado por los acontecimientos a acordar, por unanimidad, la intervención de Gescartera ante la «imposibilidad de conocer la situación económico-financiera y el destino de los fondos de sus clientes».
Ése no fue más que el punto de partida del mayor escándalo económico sucedido en España desde la intervención de Banesto y la caída de Mario Conde en 1993. La opinión pública quedó asombrada por las ramificaciones de trama y la oposición, con el desastre del 'Prestige' y la guerra de Irak todavía en el horizonte, aprovechó para cargar con fuerza contra el Gobierno y forzar una comisión de investigación parlamentaria que, como muchas otras, no dejó nada en claro. En muchos casos no se pudo pasar de las meras sospechas, pero ni el propio Rato se libró de ellas al ser el responsable último de toda el área económica del Ejecutivo y tener relaciones comerciales a través de una sociedad familiar con el banco HSBC, que también trabajaba con Gescartera.
Clientes ilustres
Otro de los elementos que provocó más escándalo fue la lista de clientes de la sociedad, cuajada de instituciones sociales, religiosas y estatales. La mutualidad de la Policía, el servicio de Seguridad Social de la Armada, la asociación de huérfanos de la Guardia Civil, la Once, el arzobispado de Valladolid, las Agustinas Misioneras, la ONG católica Manos Unidas, empresas públicas como la Compañía Española de Tabaco en Rama... Todos ellos y una larga lista de pequeños ahorradores cayeron rendidos ante Camacho, quien aún defiende que todo el dinero se evaporó simplemente a causa de las malas inversiones.
Con estos antecedentes, la propia Fiscalía reconoce que resultará «enormemente dificultoso» llegar a averiguar algún día cuál fue el verdadero destino de sus ahorros. Cuando menos, ése es el objetivo último del juicio que arranca mañana lunes y, donde esta vez, lo de menos pueden ser las penas de prisión que se puedan imponer, que van desde los tres hasta los once años de cárcel por los presuntos delitos de estafa y falsedad documental.
http://www.elcorreodigital.com
"Rebelarse es el más sagrado de los derechos y el deber más indispensable." Marquis de La Fayette.
"EL unico simbolo de superioridad que conozco, es la bondad"
"EL unico simbolo de superioridad que conozco, es la bondad"