¿A qué se debió la visita nocturna que tres magrebíes armados con palos y ocultos bajo pasamontañas realizaron el domingo a una finca de La Guía? ¿Por qué dos vecinos los recibieron a tiros en la casa? En una deuda por tráfico de drogas está la respuesta a ambas preguntas, creen en la Guardia Civil, aunque de momento la investigación sólo ha permitido detener a cuatro de ellos como presuntos autores de otros tantos delitos de robo con fuerza en grado de tentativa e intento de homicidio. El quinto arrestado ha sido imputado por tenencia ilícita de armas, según la Delegación del Gobierno.
Los cinco son todos los implicados en el tiroteo que el domingo a medianoche mantuvo en jaque a una decena de patrullas de la Policía Local de Cartagena y de la Guardia Civil en Los Roses, un tranquilo paraje poblado de caseríos y fincas agrícolas ubicado entre La Guía y la diputación de La Aljorra. Los asaltantes sufrieron heridas de bala de distinta consideración, mientras que quienes los esperaban en la casa salieron ilesos del enfrentamiento.
http://www.laverdad.es/murcia/v/2010062 ... 00622.html
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Leo con agrado la noticia de la detención de cinco personas involucradas en un tiroteo que se produjo el pasado día 20 en Cartagena, en la pedanía de La Guía.
En una de las imágenes que acompañan a dicha noticia se observa, de espaldas, a un veterano guardia civil destinado en Cartagena .Dicho agente, y a diferencia de los policías locales que aparecen en otras imágenes, aparece con gallardía y pose torera, piernas abiertas y brazos a los lados, enfundado en sus guantes anticorte negros y a pecho descubierto, sin chaleco antibalas. Sin protección alguna que lo proteja de los desalmados que han protagonizado los hechos.
Por contra, todos los policías locales que aparecen en el resto de las imágenes portan sus chalecos de dotación, pertrechados contra posibles agresiones.
Pena me da comprobar como los guardias civiles se han de jugar el pellejo sin los mínimos medios materiales que garanticen su seguridad. Sin chalecos de dotación en los vehículos, y con solo 2 o 3 anticuados y obsoletos chalecos por cuartel guardados en quien sabe que armario, a la espera de ser usados algún día si ocurre algún suceso de extremada gravedad.
Hasta que llegue el día que alguien por fin decida dotarnos de chalecos y de medios policiales acordes con los tiempos, los guardias seguiremos jugándonos la vida en defensa de los ciudadanos de bien, a pecho descubierto pero con gallardía y pose torera.
