► El agente recurre el castigo ante la sala Militar del Tribunal Supremo, alegando que sólo perdió diez minutos tras estar tres horas sacando de la cuneta un camión accidentado.
El Tribunal Militar Central ha sancionado con cinco días de sueldo a un guardia civil de Villena por dejar unos minutos el servicio para tomarse un café con un compañero. Los dos habían estado tres horas ayudando a sacar de la cuneta un camión accidentado. La sanción es sólo para uno de los dos agentes porque era el jefe de la patrulla y por tanto el responsable de la decisión de parar cinco minutos. El abogado del agente sancionado, Luis Santamaría, ha recurrido al fallo ante el Tribunal Supremo al entender que es una decisión trasnochada, que demuestra que continúa aplicándose a rajatabla el régimen disciplinario militar en la Guardia Civil.
El Tribunal Militar Central considera que el guardia civil cometió una falta grave por abandonar el servicio. Los hechos ocurrieron el 21 de abril de 2003. El agente acudió con su compañero de patrulla a ayudar a sacar un camión de la cuneta en las inmediaciones de La Algueña. Los dos, según explicó el abogado Luis Santamaría, decidieron entrar en un bar que estaba junto a la carretera con el gruista que sacó el camión de la cuneta y el camionero. El abogado precisó que «fueron a limpiarse tras tres horas de trabajo en la carretera. El camionero les convenció para que se tomaran algo. Uno se bebió un café y el otro una Coca Cola, fueron al servicio y se marcharon. En total perdieron entre cinco y diez minutos».
El problema se agravó porque el sargento de la unidad no localizó a los dos agentes porque se encontraban en una zona sin cobertura y dio otra versión de los hechos, que el Tribunal Militar Central asumió como probada. El mando hizo constar en el informe que los dos agentes estuvieron 45 minutos tomando café y pidió que se abrieran diligencias previas penales contra ellos por un delito de abandono de servicio. Un juez de la jurisdicción militar descartó que hubiera delito - librando a los agentes de una posible condena de tres meses de cárcel - porque los agentes de la Guardia Civil de Tráfico tienen una autorización «especial que les permite en circunstancias extraordinarias entrar en bares y cafeterías, bajo determinantes condicionantes».
Sin embargo, el magistrado abrió la puerta a la sanción administrativa por una falta grave porque los guardias civiles no informaron a sus superiores de que se iban a tomar un café y porque da por sentado que estuvieron cuarenta y cinco minutos. Los guardias civiles aportaron tres testigos que los vieron en el bar. Los tres testigos - tres personas que también habían estado sacando el camión y que no tenían ninguna relación con los agentes - coincidieron en que los guardias civiles sólo habían estado entre cinco y diez minutos en el local. El juez Militar no quiso admitir la prueba.
El abogado Luis Santamaría, que es un especialista en la jurisdicción Militar, reconoció que «cada vez se dan menos este tipo de resoluciones arbitrarias dentro de la Guardia Civil, pero todavía quedan jueces instructores que otorgan siempre la razón al mando para mantener intacto el principio de jerarquía». El abogado aseguró que en este caso se ha impuesto una sanción desproporcionada porque «el mando se acababa de incorporar a su puesto y llegó con mano dura para mantener la disciplina. Nosotros hemos recurrido al Supremo porque es una sanción escandalosa. Cinco personas - los dos agentes y los tres testigos - mantuvieron que sólo estuvieron entre cinco y diez minutos tomando café y sin embargo han dado validez a lo que dice el mando». El letrado apuntó que la única solución para evitar «este tipo de decisiones arbitrarias» es que se deje de aplicar a los guardias civiles la ley disciplinaria militar.
http://www.diarioinformacion.com
fuente........el faro verde.