¿HACIA DONDE VAMOS?
Publicado: 18 Sep 2008, 20:08
¿Por qué este Cuerpo al que tanto queremos algunos y al que entramos con el orgullo de poder contribuir a engrosar la lista de beneméritos servicios al ciudadano, se ha metido en una auténtica dinámica de decadencia y de pérdida de valores asombrante? ¿Por qué todo el mundo se esté dando cuenta de ello y nadie hace nada por remediarlo?. Es claro el sentimiento de desilusión que padecen muchísimos miembros del Cuerpo, sea de la escala que sea. Cada uno expone sus motivos, todos ellos de diferente naturaleza, pero todos parecen coincidir en que actualmente la Guardia Civil no colma sus expectativas, viéndose abocados a tener que aguntar por el hecho de tener un trabajo y un sueldo a final de mes. Debido a muchos factores que no tengo tiempo para enumerar, ni ganas, es patente la situación de que aquí cada uno va a lo suyo. El problema viene para los que no saben o no han sabido adaptarse a esta "moderna" concepción del trabajo en una Institución como esta; para aquellos que no saben mirar para otro lado, que no saben aguantar todo el santo mes tocándose sus partes para esperar el final del mismo para cobrar su nómina; o para aquellos que aunque quieran, no les es posible por tener que estar las 24 horas del día pendientes de realizar su propio trabajo más el que le viene extra de aquellos miembros que no saben, ni quieren aprender, como narices se hace una cosa u otra que son del ámbito de su competencia profesional.
¿De verdad no se va a hacer nada para reconducir esta situación? ¿Hay que concienciarse que el funcionamiento interno de este Cuerpo va a ir cada vez a peor? Cualquier miembro del Cuerpo con una antigüedad alrededor de los 10 años de servicio, más otros de menor que hablen con la mano en el pecho, se asombra de lo que está viendo, y de lo que va a llegar.
Muchos Guardias Civiles que superan esa antigüedad manifiestan a sus Jefes de Unidad la inseguridad que sienten al tener que salir de servicio con otros Guardias de los que ingresaron en la escala en estos últimos años. Manifiestan su patente falta de preparación, y lo que es más grave, su falta de ilusión y de interés por aprender. Eso sí, lo que sí traen aprendido es que lo mejor es hacer cuanto menos, para no tener quebraderos de cabeza. Todo el mundo sabe lo que pasa, todo el mundo lo ve y todos nos estamos dejando hundir en el barco, sintiendo la descorazonadora sensación de no poder hacer nada, asumiendo que hay que hundirse.
Lógicamente, habrá componentes que al leer esto piensen que si estoy chalao o que dónde estoy metido. Para muchos quizá esta situación aún no les ha tocado vivirla, pero todo se andará. Al final, todos los componentes de las diferentes Unidades salen del mismo sitio.
Hoy día no hay seriedad en el trabajo, y si la exijes eres un raro. Hoy día no hay profesionalidad, y si la exijes eres un déspota. Y en este punto, los Oficiales debemos asumir nuestra parte de culpa. No todos remamos en el mismo sentido. No es posible que sólo unos pocos sean los que asumen su responsabilidad de ejercer el mando, mientras que otros vayan por ahí de amiguitos y de ser el Oficial más bueno del mundo. A nadie nos gusta ser el "malo" (entendiendo el concepto de malo de hoy día, que no es otra cosa que el que exige el cumplimiento de lo ordenado), y todos queremos que la gente nos aprecie. En el ejercicio del mando también se está notando cierta dejadez, pensando que esto es lo que hay, dejando que todo vaya guiado por una inercia que no sabemos dónde nos lleva.
Pero está claro, que esta situación que vivimos hoy día para ejercer el mando no la hemos impuesto nosotros. No tenemos el apoyo claro y patente de nuestros superiores, los cuales piensan más en que si exiges, quizá les crees un problema, convertido en noticia de prensa, en número de bajas o en comunicado de una u otra Asociación. Evidentemente eso hace que la inseguridad nazca, y que antes de hacer una u otra cosa nos lo pensemos, llegando casi siempre a lo mismo: "¿Para qué?"
Si alguno que lea todo esto piensa que me estoy refiriendo a que nos den seguridad para aplicar el régimen disciplinario no me está entendiendo. Esa es una cuestión que cada uno deberá valorar en cada momento. Me refiero simple y llanamente a tener la seguridad de saber que si se adopta una postura de exigencia por cumplir con lo que se nos demanda, tendremos el apoyo superior en caso de que vengan las contras de esa postura.
Si os habéis fijado, el comportamiento y las actitudes que podíamos tener cuando éramos Guardias Civiles, de trabajadores, profesionales, preocupados por los problemas de tu alrededor, etc., esas mismas cualidades que hacían que tus superiores dijeran de ti que eras un buen Guardia Civil, cuando uno decide ascender y ostentar un empleo superior, ya no son válidas en muchos casos. ¿Por qué? ¿Por qué esa misma profesionalidad que se ejerció y que ahora se exige ya no es buena? ¿Por qué eres ya un asfixiado o un pesado, por no decir algo peor? Si uno le pregunta a muchos Guardias y Sargentos por lo que consideran un buen Oficial, afirman que es aquel que vive y deja vivir. Y el señor Oficial que sabe llegar a ejercer el mando de esa manera triunfa, porque por parte de sus subordinados está bien visto, y por parte de sus superiores, aunque no comulguen con su forma de trabajar, saben que esa actitud no les llevará problemas. ¿Debemos concienciarnos todos los Oficiales que es a eso a lo que debemos llegar? ¿Esa es la Guardia Civil que nos espera a los que nos quedan 30 años de servicio entre la Oficialidad? ¿Por qué no se ha hecho el esfuerzo por parte de todos de que esa buena vida que, por supuesto todos queremos, sea compatible con un trabajo profesional y exigente? ¿Dónde queda aquello de la satisfacción del deber cumplido? ¿Cuál es el ejemplo que estamos dando? En definitiva, si esa es la forma de trabajo que debemos adoptar todos, ¿de qué nos quejamos?
Recuerdo mis primeros tiempos en el Cuerpo, no hace mucho, apenas 11 años, cuando ni había eso de dos días libres, ni descansos acumulados de 4 días de duración, ni tanta normativa de carácter social para conciliación de la vida profesional y familiar; sin embargo, lo que primaba era el trabajo, la ilusión por parte de todos por desempeñar de la mejor forma posible tu función. Te sentías parte muy importante de la Unidad, de los problemas que en tu demarcación ocurrían, y en realidad te sentías capaz de trabajar por intentar solucionarlos. Todo ese esfuerzo era reconfortante, y por supuesto, cuando por fin podías disfrutar de tu día libre de la semana o de tu descanso acumulado tras dos semanas seguidas sin librar, los disfrutabas como si fueran los últimos. Todo los posibles beneficios que podían llegarte eran muchísimo más valorados que ahora, siendo por supuesto mucho menores.
¿Por qué esa decadencia en estos últimos años? ¿Por qué la Guardia Civil ha enfermedado tan gravemente que la estamos dejando morir sin posibilidad de cura? Aquí, por unos o por otros, la cosa está muy mal. Unos porque les queda poco para dejar el Cuerpo y no se quiere complicar la vida; otros porque han ingresado aquí sin ningún afecto a lo que ser Guardia Civil significa, sabiendo que nunca van a asumir responsabilidad alguna del tipo que sea, teniendo muy claro que sus 5 meses de academia han sido lo único que van a estudiar aquí dentro. Éstos saben que siempre habrá alguno al que llamar y que le diga lo que hay que hacer sin que eso le suponga ningún tipo de responsabilidad.
Se me ocurren muchas razones del por qué de esta enfermedad degenerativa que sufre la Guardia Civil, algunas apuntadas en este extenso relato. Si el tema suscita el interés quizá exponga mis por qués.
SALUDOS A TODOS, Y GRACIAS AL QUE HAYA TENIDO LA PACIENCIA DE LEER TODO ESTO.
¿De verdad no se va a hacer nada para reconducir esta situación? ¿Hay que concienciarse que el funcionamiento interno de este Cuerpo va a ir cada vez a peor? Cualquier miembro del Cuerpo con una antigüedad alrededor de los 10 años de servicio, más otros de menor que hablen con la mano en el pecho, se asombra de lo que está viendo, y de lo que va a llegar.
Muchos Guardias Civiles que superan esa antigüedad manifiestan a sus Jefes de Unidad la inseguridad que sienten al tener que salir de servicio con otros Guardias de los que ingresaron en la escala en estos últimos años. Manifiestan su patente falta de preparación, y lo que es más grave, su falta de ilusión y de interés por aprender. Eso sí, lo que sí traen aprendido es que lo mejor es hacer cuanto menos, para no tener quebraderos de cabeza. Todo el mundo sabe lo que pasa, todo el mundo lo ve y todos nos estamos dejando hundir en el barco, sintiendo la descorazonadora sensación de no poder hacer nada, asumiendo que hay que hundirse.
Lógicamente, habrá componentes que al leer esto piensen que si estoy chalao o que dónde estoy metido. Para muchos quizá esta situación aún no les ha tocado vivirla, pero todo se andará. Al final, todos los componentes de las diferentes Unidades salen del mismo sitio.
Hoy día no hay seriedad en el trabajo, y si la exijes eres un raro. Hoy día no hay profesionalidad, y si la exijes eres un déspota. Y en este punto, los Oficiales debemos asumir nuestra parte de culpa. No todos remamos en el mismo sentido. No es posible que sólo unos pocos sean los que asumen su responsabilidad de ejercer el mando, mientras que otros vayan por ahí de amiguitos y de ser el Oficial más bueno del mundo. A nadie nos gusta ser el "malo" (entendiendo el concepto de malo de hoy día, que no es otra cosa que el que exige el cumplimiento de lo ordenado), y todos queremos que la gente nos aprecie. En el ejercicio del mando también se está notando cierta dejadez, pensando que esto es lo que hay, dejando que todo vaya guiado por una inercia que no sabemos dónde nos lleva.
Pero está claro, que esta situación que vivimos hoy día para ejercer el mando no la hemos impuesto nosotros. No tenemos el apoyo claro y patente de nuestros superiores, los cuales piensan más en que si exiges, quizá les crees un problema, convertido en noticia de prensa, en número de bajas o en comunicado de una u otra Asociación. Evidentemente eso hace que la inseguridad nazca, y que antes de hacer una u otra cosa nos lo pensemos, llegando casi siempre a lo mismo: "¿Para qué?"
Si alguno que lea todo esto piensa que me estoy refiriendo a que nos den seguridad para aplicar el régimen disciplinario no me está entendiendo. Esa es una cuestión que cada uno deberá valorar en cada momento. Me refiero simple y llanamente a tener la seguridad de saber que si se adopta una postura de exigencia por cumplir con lo que se nos demanda, tendremos el apoyo superior en caso de que vengan las contras de esa postura.
Si os habéis fijado, el comportamiento y las actitudes que podíamos tener cuando éramos Guardias Civiles, de trabajadores, profesionales, preocupados por los problemas de tu alrededor, etc., esas mismas cualidades que hacían que tus superiores dijeran de ti que eras un buen Guardia Civil, cuando uno decide ascender y ostentar un empleo superior, ya no son válidas en muchos casos. ¿Por qué? ¿Por qué esa misma profesionalidad que se ejerció y que ahora se exige ya no es buena? ¿Por qué eres ya un asfixiado o un pesado, por no decir algo peor? Si uno le pregunta a muchos Guardias y Sargentos por lo que consideran un buen Oficial, afirman que es aquel que vive y deja vivir. Y el señor Oficial que sabe llegar a ejercer el mando de esa manera triunfa, porque por parte de sus subordinados está bien visto, y por parte de sus superiores, aunque no comulguen con su forma de trabajar, saben que esa actitud no les llevará problemas. ¿Debemos concienciarnos todos los Oficiales que es a eso a lo que debemos llegar? ¿Esa es la Guardia Civil que nos espera a los que nos quedan 30 años de servicio entre la Oficialidad? ¿Por qué no se ha hecho el esfuerzo por parte de todos de que esa buena vida que, por supuesto todos queremos, sea compatible con un trabajo profesional y exigente? ¿Dónde queda aquello de la satisfacción del deber cumplido? ¿Cuál es el ejemplo que estamos dando? En definitiva, si esa es la forma de trabajo que debemos adoptar todos, ¿de qué nos quejamos?
Recuerdo mis primeros tiempos en el Cuerpo, no hace mucho, apenas 11 años, cuando ni había eso de dos días libres, ni descansos acumulados de 4 días de duración, ni tanta normativa de carácter social para conciliación de la vida profesional y familiar; sin embargo, lo que primaba era el trabajo, la ilusión por parte de todos por desempeñar de la mejor forma posible tu función. Te sentías parte muy importante de la Unidad, de los problemas que en tu demarcación ocurrían, y en realidad te sentías capaz de trabajar por intentar solucionarlos. Todo ese esfuerzo era reconfortante, y por supuesto, cuando por fin podías disfrutar de tu día libre de la semana o de tu descanso acumulado tras dos semanas seguidas sin librar, los disfrutabas como si fueran los últimos. Todo los posibles beneficios que podían llegarte eran muchísimo más valorados que ahora, siendo por supuesto mucho menores.
¿Por qué esa decadencia en estos últimos años? ¿Por qué la Guardia Civil ha enfermedado tan gravemente que la estamos dejando morir sin posibilidad de cura? Aquí, por unos o por otros, la cosa está muy mal. Unos porque les queda poco para dejar el Cuerpo y no se quiere complicar la vida; otros porque han ingresado aquí sin ningún afecto a lo que ser Guardia Civil significa, sabiendo que nunca van a asumir responsabilidad alguna del tipo que sea, teniendo muy claro que sus 5 meses de academia han sido lo único que van a estudiar aquí dentro. Éstos saben que siempre habrá alguno al que llamar y que le diga lo que hay que hacer sin que eso le suponga ningún tipo de responsabilidad.
Se me ocurren muchas razones del por qué de esta enfermedad degenerativa que sufre la Guardia Civil, algunas apuntadas en este extenso relato. Si el tema suscita el interés quizá exponga mis por qués.
SALUDOS A TODOS, Y GRACIAS AL QUE HAYA TENIDO LA PACIENCIA DE LEER TODO ESTO.