Detenido En Francia El 'número Uno De ETA Jurdan Martitegui

[Bes]

No es la misma persona, Mike Jordan, que Martitegui Jurdan, el primero un gran deportista y el segundo, una mierda.
Hace años, por el año 1972, policías españoles se escapaban a Perpiñan a ver la película de Bernardo Bertolucci, con el reparto de Marlon Brando y María Schneider, hablo de “El último tango en París”. Se cruzaba más allende los Pirineos, por la represión sexual a la que nos sometía El Caudillo de los españoles, con tanto tijeretazo que metía a los filmes, en el momento que empezaban nuestras braguetas a tener aspecto de joroba de entrepierna, o como dicen algunas féminas por ahí, “buen paquete”.
Pero esta vez, los policías españoles y galos, no se han dedicado a ver tangos y al único que le espera un buen paquete por asesino, es a ese tal Jurdan Martitegui, que lo teníamos con tantos carteles del Ministerio del Interior, hasta en la sopa de avecrem.
Desgraciadamente, nuestro compañero Juan Manuel Piñuel, no volverá a la vida, desde aquel atentado de la Casa-Cuartel de Legutiano en Álava, pero los casi dos metros de altura de este asesino, no escaparon para inculparlo del atentado y ahora pagará lo que en justicia proceda, porque yo le aplicaría la Ley del Talión, que es más efectiva y deja buen escarmiento a esta manada de buitres.
Dicen que enseguida confesó ser el tal Jurdan buscado, posiblemente, para evitar los orines en su calzones, como su compatriota gudari también dirigente de la banda, Aitzol Iriondo, porque no es bueno que la Kale Borroka sepan que sus mitos, se cagan por la pata abajo, cuando los detienen. Ya tendrán tiempo de hacerse los valientes aporreando las jaulas de cristal de los juzgados. Aunque yo les aconsejo que otra vez digan que la culpa es de la cerveza, que hace estragos vía riñones-vejiga, que ellos son “mu echaos palante”. Estas detenciones, me da a mí la venilla, que no fastidian solo a la banda y sus callejeros, me da a mí, que también jode a esos que no saben perder unas elecciones democráticas, por lo menos, lo parece.
Tachar del cartel, otro más, que ya faltan pocos. Y enhorabuena a los compañeros que han trabajado en la detención de este piojo y enhorabuena también, a los policías galos.
Saludos a todos.