Reflexiones De Un Guardia Civil
Publicado: 12 Sep 2009, 17:45
REFLEXIONES DE UN COMPAÑERO MIEMBRO DE LA JDP DE AUGC/MALLORCA. SOBRAN PALABRAS. SALUDOS.
Apenas ha pasado un día desde que ayer a la hora de la comida empezaron a llamarme amigos y familiares para ver si estaba bien porque habían oído que en Mallorca habían puesto un coche bomba y desde que mi hija volvió corriendo asustada a casa, porque un amigo la había llamado desde la península para preguntarle si estaba bien, porque había oído que habían puesto una bomba en el cuartel de la guardia civil de Palma.
Apenas unas horas, y ya, dos de mis compañeros están muertos y dos familias están destrozadas para siempre.
Así pues, ahora me apetece hacer algunas reflexiones, aunque si me detengo a pensar un momento, tal vez no sean realmente reflexiones porque no se si he tenido tiempo de considerarlo detenidamente. Tal vez sea solo un exabrupto que me surge desde lo mas profundo de mi rabia, pero en cualquier caso, tengo ganas de hacerlo y lo voy a hacer.
Posiblemente nadie más lo vea, además de mis ojos, o tal vez al final me atreva a enviarlo para que al menos, vosotros, si sepáis lo que siento.
Pues bien, después de la muerte de mis dos compañeros, he escuchado discursos de todo tipo, la mayoría, políticos, la mayoría, baldíos, como siempre que ocurre algo de esto.
Pero lo cierto, lo realmente cierto, es que en este momento, a mí, la “unidad de los demócratas” me importa más o menos un pimiento. Me gustaría, seguramente, que en lugar de tanta unidad de los demócratas, que se ponen delante de una cámara de televisión durante diez minutos a soltar el mismo discurso, mis dos compañeros estuviesen esta noche cenando con su familia, o con sus amigos, o donde les diese la real gana o simplemente patrullando. Solo por esto, no me importaría que “los demócratas” estuviesen un poco menos unidos. No, no me importaría realmente.
Tal vez si el demócrata ex director general de la Guardia Civil, el mallorquín Mesquida, hubiese cumplido su promesa de construir un cuartel para la Guardia Civil en Calviá, en lugar de posponerlo (otra vez) como se ha ido posponiendo durante los últimos 15 años, en esta ocasión porque no ganó su partido las elecciones municipales, tal vez, y digo, solo tal vez, los coches oficiales hubiesen estado estacionados en un recinto cerrado, donde no habría sido posible colocar sendas bombas lapa, y entonces, tal vez, solo tal vez, mis dos compañeros estarían ahora cenando tranquilamente.
Lo de pedir cadena perpetua para los terroristas, pues no me parece mal, es más, me parece bien, y en este momento, tal vez irreflexivo, incluso sería capaz de pedir cosas mucho peores para ellos. Sin embargo, preferiría no tener que pedir cadena perpetua para los asesinos de mis compañeros, me gustaría que mis compañeros estuviesen vivos, y si me gustaría pedir que en la medida de lo posible quienes tienen la capacidad de hacerlo, hiciesen algo para evitar cosas que son fácilmente evitables.
En este sentido, prefiero más pedir la dimisión del Ministro del Interior, del Secretario de Estado de Seguridad y la destitución del Jefe de la Zona de la Guardia Civil de Baleares, del Jefe de Operaciones y de alguno más que seguro que se me ocurriría.
Me gustaría que, ya que no existe un recinto cerrado para estacionar los vehículos oficiales (Debe ser caro alquilarlo o construirlo, no se. Probablemente sea más caro que comprar dos “medallitas” para que el presidente del gobierno las coloque sobre los féretros de mis compañeros), al menos, me gustaría, decía, que en los dos recintos donde la guardia civil de Palma Nova - Calvía presta sus servicios existiesen cámaras de vigilancia que hubiesen quizá disuadido a los terroristas de aventurarse a colocar sendas bombas lapa en los vehículos y me gustaría que eso se trasladase al resto de España.
Lo de pedir que se cierren las casas-cuartel, no me parece mal, ni me parece bien, me resulta realmente indiferente en cuanto al tema que ahora me preocupa. Porque se da la circunstancia de que los “dos cuarteles” de Palma Nova – Calviá, no son viviendas, son solo oficinas. Uno de ellos, el primero, donde murieron mis dos compañeros, es una oficina situada en un edificio del Ayuntamiento de Calviá, donde comparten espacio con un centro de salud y un cuartel de bomberos y otras dependencias municipales, y no tiene ningún tipo de vigilancia, y los vehículos oficiales se estacionan allí donde se queda un sitio libre. Y el otro, es una casa en ruinas, situada en una calle de 4,00 metros de anchura, y los vehículos se estacionan en una zona ajardinada que separa dicha calle de una carretera adyacente, y ocupan aproximadamente entre 40 y 50 metros de acera para estacionarlos, sin que tampoco exista vigilancia, ya que “el guardia de puertas” apenas tiene tiempo para atender a los ciudadanos que acuden en masa sobre todo en la época veraniega y de las cámaras de seguridad, ni hablamos.
En este sentido me gustaría saber cuantas comisarías de policía han sido atacadas por los terroristas y también cuantos vehículos oficiales de la Policía Nacional han sido volados por el sistema de bomba lapa. Porque independientemente de lo que haya dentro de los cuarteles o comisarías, lo realmente importante es lo que hay fuera, es decir, los medios de disuasión de unos y otros. Comisarías vigiladas por 20 policías y Comandancias de la Guardia Civil vigiladas por 3 guardias. A lo peor, esto tiene algo que ver con la elección de los objetivos de los terroristas, o tal vez sea irreflexivo también en esto.
Yo formo parte de una Asociación que defiende los derechos de los guardias civiles, y no hay mayor derecho que el derecho a la vida.
Pues bien, asumiendo que mi trabajo conlleva ciertos riesgos que son inevitables y que en ocasiones estos riesgos pueden costarme la vida, digo, asumiendo esto, lo que no puedo asumir es, que después de tanto tiempo pasado, después de tantos ataques a cuarteles, de tantas bombas lapa en coches oficiales, aún hoy, esto siga pasando sin que nadie vaya mas allá de “la unidad de los demócratas”.
No creo, pues que el discurso de esta Asociación deba quedarse en la “unidad de los demócratas para acabar con el terrorismo”.
Creo que el discurso debe ser el de exigir que quienes son culpables por omisión de que esto siga pasando después de tanto tiempo, agachen la cabeza y se marchen, a ser posible, avergonzados. El de exigir que las medidas de seguridad se hagan efectivas cada día (Es culpable el terrorista que asesina a una persona, pero no es inocente el que teniendo la potestad de, simplemente, alquilar un garaje cerrado para que este tipo de asesinatos no se produzcan, no lo haga).
Entre ayer y hoy he visto algo que me ha llamado la atención sobremanera, y ha sido lo siguiente: Ayer, se presentó en Mallorca el Sr. Ministro Rubalcaba, para ponerse delante de las cámaras de televisión en el lugar del asesinato de mis compañeros, donde estuvo no más allá de 15 minutos en total, y para ello arrastró una cantidad de guardias civiles y policías que hubieron de abandonar las labores prioritarias en aquel momento.
Anoche y hoy he visto como las calles que circunvalan la manzana donde se halla la comandancia de la guardia civil de Palma de Mallorca, estaban tomadas por guardias civiles, que incluso han cortado las calles traseras y han impedido el estacionamiento de vehículos en la fachada principal, pero eso si, solo hasta el medio día.
Eso me ha sorprendido, hasta que me he dado cuenta de que a partir del medio día, todos los que han venido con prisas para asistir a un entierro, se estaban marchando, y al parecer, “se llevaban con ellos esas medidas de seguridad” tan especiales.
Ha sido maravilloso darme cuenta de que yo no les importo una mierda, pero ellos se cuidan sobremanera.
También se me ha ocurrido en mi irreflexión, que se nos llena demasiado la boca con la frase de que “no consiguen nada con esto, la unidad de los demócratas es firme”, porque resulta que si consiguen algo.
Es más que evidente que ellos saben que no van a conseguir la independencia de Euskadi ni nada parecido matando guardias civiles, pero, ¿estamos seguros de que actualmente persiguen eso? Porque yo en mi irreflexión creo que lo que persiguen es perpetuarse y para eso necesitan dinero.
Pues bien, estos asesinatos persiguen algo más que asustar a los turistas. ¿Alguien sabe cuantos industriales y empresarios vascos de los que han tenido que salir de Euskadi para no ser asesinados por no pagar la extorsión viven en Mallorca?
Pues viven unos cuantos, bastantes, diría yo.
¿Y resulta que esa gente viene aquí, pone dos bombas, mata dos guardias civiles con el único motivo de acaparar los medios de información durante un día? ¿Medios que les repiten hasta la saciedad que no han conseguido nada?
Pues si, han conseguido algo. Mallorca es una caja fuerte para ellos, y ahora tienen la llave. Les acaban de decir a esos industriales: Estamos aquí, queremos vuestro dinero.
Sí. Definitivamente, han conseguido algo.
En fin, podría seguir y seguir, porque se me ocurren muchas mas cosas que decir, pero seguramente no estoy pensando con claridad y seguramente esto no servirá de nada mas allá de mi desahogo personal. Así que lo dejaré así y mañana, cuando vaya a trabajar, a jugarme la vida como cada día, me morderé la lengua y sonreiré tristemente a la gente que me volverá a dar el pésame por mis compañeros muertos.
Y lo peor de todo, esperaré pacientemente el próximo asesinato, que sé que sucederá irremediablemente, y que tal vez pueda ser el mío. Y entonces, de nuevo, el Ministro, y el Presidente, y mi “superior”, y unos cuantos más…, tendrán otro minuto más en la televisión, a mayor gloria de la Democracia y de la Guardia Civil.
Delegación de Málaga de la Asociación Unificada de Guardias Civiles
Apenas ha pasado un día desde que ayer a la hora de la comida empezaron a llamarme amigos y familiares para ver si estaba bien porque habían oído que en Mallorca habían puesto un coche bomba y desde que mi hija volvió corriendo asustada a casa, porque un amigo la había llamado desde la península para preguntarle si estaba bien, porque había oído que habían puesto una bomba en el cuartel de la guardia civil de Palma.
Apenas unas horas, y ya, dos de mis compañeros están muertos y dos familias están destrozadas para siempre.
Así pues, ahora me apetece hacer algunas reflexiones, aunque si me detengo a pensar un momento, tal vez no sean realmente reflexiones porque no se si he tenido tiempo de considerarlo detenidamente. Tal vez sea solo un exabrupto que me surge desde lo mas profundo de mi rabia, pero en cualquier caso, tengo ganas de hacerlo y lo voy a hacer.
Posiblemente nadie más lo vea, además de mis ojos, o tal vez al final me atreva a enviarlo para que al menos, vosotros, si sepáis lo que siento.
Pues bien, después de la muerte de mis dos compañeros, he escuchado discursos de todo tipo, la mayoría, políticos, la mayoría, baldíos, como siempre que ocurre algo de esto.
Pero lo cierto, lo realmente cierto, es que en este momento, a mí, la “unidad de los demócratas” me importa más o menos un pimiento. Me gustaría, seguramente, que en lugar de tanta unidad de los demócratas, que se ponen delante de una cámara de televisión durante diez minutos a soltar el mismo discurso, mis dos compañeros estuviesen esta noche cenando con su familia, o con sus amigos, o donde les diese la real gana o simplemente patrullando. Solo por esto, no me importaría que “los demócratas” estuviesen un poco menos unidos. No, no me importaría realmente.
Tal vez si el demócrata ex director general de la Guardia Civil, el mallorquín Mesquida, hubiese cumplido su promesa de construir un cuartel para la Guardia Civil en Calviá, en lugar de posponerlo (otra vez) como se ha ido posponiendo durante los últimos 15 años, en esta ocasión porque no ganó su partido las elecciones municipales, tal vez, y digo, solo tal vez, los coches oficiales hubiesen estado estacionados en un recinto cerrado, donde no habría sido posible colocar sendas bombas lapa, y entonces, tal vez, solo tal vez, mis dos compañeros estarían ahora cenando tranquilamente.
Lo de pedir cadena perpetua para los terroristas, pues no me parece mal, es más, me parece bien, y en este momento, tal vez irreflexivo, incluso sería capaz de pedir cosas mucho peores para ellos. Sin embargo, preferiría no tener que pedir cadena perpetua para los asesinos de mis compañeros, me gustaría que mis compañeros estuviesen vivos, y si me gustaría pedir que en la medida de lo posible quienes tienen la capacidad de hacerlo, hiciesen algo para evitar cosas que son fácilmente evitables.
En este sentido, prefiero más pedir la dimisión del Ministro del Interior, del Secretario de Estado de Seguridad y la destitución del Jefe de la Zona de la Guardia Civil de Baleares, del Jefe de Operaciones y de alguno más que seguro que se me ocurriría.
Me gustaría que, ya que no existe un recinto cerrado para estacionar los vehículos oficiales (Debe ser caro alquilarlo o construirlo, no se. Probablemente sea más caro que comprar dos “medallitas” para que el presidente del gobierno las coloque sobre los féretros de mis compañeros), al menos, me gustaría, decía, que en los dos recintos donde la guardia civil de Palma Nova - Calvía presta sus servicios existiesen cámaras de vigilancia que hubiesen quizá disuadido a los terroristas de aventurarse a colocar sendas bombas lapa en los vehículos y me gustaría que eso se trasladase al resto de España.
Lo de pedir que se cierren las casas-cuartel, no me parece mal, ni me parece bien, me resulta realmente indiferente en cuanto al tema que ahora me preocupa. Porque se da la circunstancia de que los “dos cuarteles” de Palma Nova – Calviá, no son viviendas, son solo oficinas. Uno de ellos, el primero, donde murieron mis dos compañeros, es una oficina situada en un edificio del Ayuntamiento de Calviá, donde comparten espacio con un centro de salud y un cuartel de bomberos y otras dependencias municipales, y no tiene ningún tipo de vigilancia, y los vehículos oficiales se estacionan allí donde se queda un sitio libre. Y el otro, es una casa en ruinas, situada en una calle de 4,00 metros de anchura, y los vehículos se estacionan en una zona ajardinada que separa dicha calle de una carretera adyacente, y ocupan aproximadamente entre 40 y 50 metros de acera para estacionarlos, sin que tampoco exista vigilancia, ya que “el guardia de puertas” apenas tiene tiempo para atender a los ciudadanos que acuden en masa sobre todo en la época veraniega y de las cámaras de seguridad, ni hablamos.
En este sentido me gustaría saber cuantas comisarías de policía han sido atacadas por los terroristas y también cuantos vehículos oficiales de la Policía Nacional han sido volados por el sistema de bomba lapa. Porque independientemente de lo que haya dentro de los cuarteles o comisarías, lo realmente importante es lo que hay fuera, es decir, los medios de disuasión de unos y otros. Comisarías vigiladas por 20 policías y Comandancias de la Guardia Civil vigiladas por 3 guardias. A lo peor, esto tiene algo que ver con la elección de los objetivos de los terroristas, o tal vez sea irreflexivo también en esto.
Yo formo parte de una Asociación que defiende los derechos de los guardias civiles, y no hay mayor derecho que el derecho a la vida.
Pues bien, asumiendo que mi trabajo conlleva ciertos riesgos que son inevitables y que en ocasiones estos riesgos pueden costarme la vida, digo, asumiendo esto, lo que no puedo asumir es, que después de tanto tiempo pasado, después de tantos ataques a cuarteles, de tantas bombas lapa en coches oficiales, aún hoy, esto siga pasando sin que nadie vaya mas allá de “la unidad de los demócratas”.
No creo, pues que el discurso de esta Asociación deba quedarse en la “unidad de los demócratas para acabar con el terrorismo”.
Creo que el discurso debe ser el de exigir que quienes son culpables por omisión de que esto siga pasando después de tanto tiempo, agachen la cabeza y se marchen, a ser posible, avergonzados. El de exigir que las medidas de seguridad se hagan efectivas cada día (Es culpable el terrorista que asesina a una persona, pero no es inocente el que teniendo la potestad de, simplemente, alquilar un garaje cerrado para que este tipo de asesinatos no se produzcan, no lo haga).
Entre ayer y hoy he visto algo que me ha llamado la atención sobremanera, y ha sido lo siguiente: Ayer, se presentó en Mallorca el Sr. Ministro Rubalcaba, para ponerse delante de las cámaras de televisión en el lugar del asesinato de mis compañeros, donde estuvo no más allá de 15 minutos en total, y para ello arrastró una cantidad de guardias civiles y policías que hubieron de abandonar las labores prioritarias en aquel momento.
Anoche y hoy he visto como las calles que circunvalan la manzana donde se halla la comandancia de la guardia civil de Palma de Mallorca, estaban tomadas por guardias civiles, que incluso han cortado las calles traseras y han impedido el estacionamiento de vehículos en la fachada principal, pero eso si, solo hasta el medio día.
Eso me ha sorprendido, hasta que me he dado cuenta de que a partir del medio día, todos los que han venido con prisas para asistir a un entierro, se estaban marchando, y al parecer, “se llevaban con ellos esas medidas de seguridad” tan especiales.
Ha sido maravilloso darme cuenta de que yo no les importo una mierda, pero ellos se cuidan sobremanera.
También se me ha ocurrido en mi irreflexión, que se nos llena demasiado la boca con la frase de que “no consiguen nada con esto, la unidad de los demócratas es firme”, porque resulta que si consiguen algo.
Es más que evidente que ellos saben que no van a conseguir la independencia de Euskadi ni nada parecido matando guardias civiles, pero, ¿estamos seguros de que actualmente persiguen eso? Porque yo en mi irreflexión creo que lo que persiguen es perpetuarse y para eso necesitan dinero.
Pues bien, estos asesinatos persiguen algo más que asustar a los turistas. ¿Alguien sabe cuantos industriales y empresarios vascos de los que han tenido que salir de Euskadi para no ser asesinados por no pagar la extorsión viven en Mallorca?
Pues viven unos cuantos, bastantes, diría yo.
¿Y resulta que esa gente viene aquí, pone dos bombas, mata dos guardias civiles con el único motivo de acaparar los medios de información durante un día? ¿Medios que les repiten hasta la saciedad que no han conseguido nada?
Pues si, han conseguido algo. Mallorca es una caja fuerte para ellos, y ahora tienen la llave. Les acaban de decir a esos industriales: Estamos aquí, queremos vuestro dinero.
Sí. Definitivamente, han conseguido algo.
En fin, podría seguir y seguir, porque se me ocurren muchas mas cosas que decir, pero seguramente no estoy pensando con claridad y seguramente esto no servirá de nada mas allá de mi desahogo personal. Así que lo dejaré así y mañana, cuando vaya a trabajar, a jugarme la vida como cada día, me morderé la lengua y sonreiré tristemente a la gente que me volverá a dar el pésame por mis compañeros muertos.
Y lo peor de todo, esperaré pacientemente el próximo asesinato, que sé que sucederá irremediablemente, y que tal vez pueda ser el mío. Y entonces, de nuevo, el Ministro, y el Presidente, y mi “superior”, y unos cuantos más…, tendrán otro minuto más en la televisión, a mayor gloria de la Democracia y de la Guardia Civil.
Delegación de Málaga de la Asociación Unificada de Guardias Civiles