Carta abierta en respuesta al artículo del Sr. Luis Solana
[align=justify]Estimado Sr. Solana,
Tras leer detenidamente su artículo
La izquierda y la Guardia Civil, nos gustaría realizar unas aclaraciones al respecto ya que, en el mismo, ha mostrado conocer bien poco a la guardia civil y su realidad interna.
Los guardias civiles sabemos muy bien cuál es nuestro papel y, no sólo no lo cuestionamos si no que lo desempeñamos con orgullo. Afirmar, como hace usted, que no queremos ayudar a nuestros colegas afganos es valerse de un vulgar sofisma con fines claramente demagógicos.
La Unión de Oficiales no se opone a colaborar en la formación de la policía afgana, si no a que ésta se desarrolle en un entorno de creciente y preocupante cariz bélico para el que carecemos de la preparación militar adecuada. En este contexto, enviar a nuestros compañeros a un entorno tan hostil es, cuanto menos, arriesgado y si dicho envío corresponde, además, a débitos políticos, es incluso inmoral.
Por otra parte, afirma que los guardias civiles somos mitad policías y mitad soldados, opinión que, desde luego, no compartimos en absoluto. La Guardia Civil es un cuerpo policial de naturaleza militar, sus miembros desarrollan funciones policiales dentro de una estructura militar pero nuestra formación y, sobre todo, nuestro desempeño diario distan mucho de lo que hace un soldado.[/align]
Sinceramente, echamos de menos en gente como usted, con una brillante trayectoria política, que sus preocupaciones y críticas no giren en torno a los problemas que verdaderamente afectan a la guardia civil. Problemas como la discriminación entre escalas de oficiales, donde una élite minoritaria procedente de la Academia General Militar del Ejército de Tierra (escala superior) vive agazapada en el poder a costa de privilegios más propios del antiguo régimen que de una democracia consolidada y donde los oficiales de promoción interna, que tanto esfuerzo han dedicado a su formación y promoción profesional, son marginados.
A veces, con situaciones tan patéticas y lamentables como la polémica asignación de sables a los oficiales de las distintas escalas, tantas veces denunciada por nuestra asociación. Mientras los oficiales de promoción interna tienen que costear el sable (necesario para la ceremonia de entrega de despachos) de su propio bolsillo, los de la escala superior son adjudicados con cargo a los presupuestos generales del estado.
O quizás, si lo prefiere, podemos hablar acerca de la nula conciliación familiar y laboral que sufren muchos mandos de la guardia civil, relacionada, a su vez, con la escasez de plantilla que hace que muchos oficiales lleven en solitario no una si no dos compañías a la vez con la consiguiente carga de trabajo.
Tal vez la solución a muchos de estos problemas esté en la nueva ley de personal de la guardia civil, que ya debería estar aprobada pero que, actualmente, se encuentra a expensas de su tramitación parlamentaria. La causa del retraso, son las maniobras de la cúpula directiva de la guardia civil que trata, por todos los medios a su alcance, de entorpecer el desarrollo de la misma para que las nuevas generaciones procedentes de la Academia General perpetúen sus privilegios atávicos.
Todo ello, Sr. Solana, ha sido continuamente denunciado por la Unión de Oficiales, sin que usted, que tanto dice querer a la guardia civil, alce la voz como lo ha hecho ahora. Mientras tanto, seguimos bajo el dominio de esta especie de
intelligentsia militar, que hace y deshace a su antojo sin que a nadie parezca importarle las consecuencias.
Como puede apreciar, son muchos los problemas y pocos los apoyos. Por desgracia, somos conscientes que vivimos en una coyuntura económica complicada, donde predomina el concepto del bajo coste (
low cost en su acepción anglosajona). Dicho concepto, por todos conocido, hace referencia al hecho de pagar menos por un producto o servicio.
Por eso, tal vez representemos para el gobierno un cuerpo policial de bajo coste, con derechos que parecen extraídos del
Fuero de los Españoles y con las mismas obligaciones que cualquier otra fuerza y cuerpo de seguridad pero a un coste bastante inferior. Quizás sea éste el papel que, según usted, debemos desempeñar y desconocemos.
Atentamente,
[align=center] Madrid, 16 de Octubre de 2009
JUNTA DIRECTIVA UNION DE OFICIALES[/align]