A ESE LE TENGO GANAS
Publicado: 22 Oct 2009, 16:27
Buenos días,
Cuántas veces no habré oído y leído esa "obsesiva" expresión/frase "A ESE LE TENGO GANAS" por quien regenta un "poder" en el que se sustenta, a modo de columna vertebral, toda su persona y personalidad. De una gravedad, cuanto menos, meridiana, donde la ignorancia ciega al saber. Sin darse apenas cuenta de que el "poder", además de una tendencia a la corrupción moral en no muy pocas ocasiones, es tan frágil que hoy se posee y mañana se puede llegar a perder; será entonces cuando se empieza a tener la "trágica" conciencia de que sin él no se es nadie, que el cáncer laboral, no detectado a tiempo, empieza a producir el declive de un ser humano como tal, tomando las riendas de la vida de éste a modo de Paladín.
Cuando del Poder, fino cristal siempre en la balanza del equilibrio, se hace la base de una persona, es SIEMPRE aconsejable que a los primeros síntomas de la invasión de ese "virus de status laboral" se acuda a un Gabinete de psicología, porque se pone en peligro el bien propio y el de la colectividad, pues sería terrible dejar que infectara, en primera instancia, al “sentido común”.
Cuando se tiene "GANAS A ALGUIEN", es síntoma inequívoco de frustración que adquiere carácter personal, y para ser honestos hay que ir admitiendo que muchos inferiores jerárquicos tienen una preparación cognitiva profesional y personal que excede con creces a la preparación de quien obstenta aquel poder de forma enfermiza.
Para que la Institución pueda ir avanzando y progresando habría que empezar, primero, por admitir que un subordinado obstenta aquella supremacía intelectual y profesional, segundo, el desterrar por siempre que la susodicha supremacía no pueda ser interpretada , a corto o largo plazo, como una amenaza para el Mando, generando en éste aquella intrépida sed de tener "GANAS" a un inferior jerarquico "listillo", cuyo primer error que tenga, personal y/o profesional, conduzca a la apertura ansiada de la caja de Pandora disciplinaria, y en tercer lugar, tener conciencia indubitada del lugar que ocupamos cada uno dentro de la Institución y cuáles son nuestras funciones y competencias. Habida cuenta quién esté libre de pecado que tire la primera piedra.
No es baladí decir que la preparación profesional y personal de un Guardia Civil, no puede ni debe estar en las antípodas de las relaciones jerárquicas de subordinación y disciplina.
Un saludo.
Cuántas veces no habré oído y leído esa "obsesiva" expresión/frase "A ESE LE TENGO GANAS" por quien regenta un "poder" en el que se sustenta, a modo de columna vertebral, toda su persona y personalidad. De una gravedad, cuanto menos, meridiana, donde la ignorancia ciega al saber. Sin darse apenas cuenta de que el "poder", además de una tendencia a la corrupción moral en no muy pocas ocasiones, es tan frágil que hoy se posee y mañana se puede llegar a perder; será entonces cuando se empieza a tener la "trágica" conciencia de que sin él no se es nadie, que el cáncer laboral, no detectado a tiempo, empieza a producir el declive de un ser humano como tal, tomando las riendas de la vida de éste a modo de Paladín.
Cuando del Poder, fino cristal siempre en la balanza del equilibrio, se hace la base de una persona, es SIEMPRE aconsejable que a los primeros síntomas de la invasión de ese "virus de status laboral" se acuda a un Gabinete de psicología, porque se pone en peligro el bien propio y el de la colectividad, pues sería terrible dejar que infectara, en primera instancia, al “sentido común”.
Cuando se tiene "GANAS A ALGUIEN", es síntoma inequívoco de frustración que adquiere carácter personal, y para ser honestos hay que ir admitiendo que muchos inferiores jerárquicos tienen una preparación cognitiva profesional y personal que excede con creces a la preparación de quien obstenta aquel poder de forma enfermiza.
Para que la Institución pueda ir avanzando y progresando habría que empezar, primero, por admitir que un subordinado obstenta aquella supremacía intelectual y profesional, segundo, el desterrar por siempre que la susodicha supremacía no pueda ser interpretada , a corto o largo plazo, como una amenaza para el Mando, generando en éste aquella intrépida sed de tener "GANAS" a un inferior jerarquico "listillo", cuyo primer error que tenga, personal y/o profesional, conduzca a la apertura ansiada de la caja de Pandora disciplinaria, y en tercer lugar, tener conciencia indubitada del lugar que ocupamos cada uno dentro de la Institución y cuáles son nuestras funciones y competencias. Habida cuenta quién esté libre de pecado que tire la primera piedra.
No es baladí decir que la preparación profesional y personal de un Guardia Civil, no puede ni debe estar en las antípodas de las relaciones jerárquicas de subordinación y disciplina.
Un saludo.