NUEVAS NORMAS UNIFORMIDAD Y SALUDO CNP
Publicado: 18 Mar 2010, 17:25
Carlos Fonseca.- 17/03/2010 (16:32h)
La moda ha llegado a la Policía, pero no para cambiar el diseño o el color de sus uniformes, sino para dotar de la máxima sobriedad el desempeño de su cargo. Para ello, el director general, Francisco Javier Velázquez, quiere que los funcionarios a sus órdenes no usen piercings, ni peinados, maquillajes o complementos estrambóticos o extravagantes, ni gafas de sol o lentillas para cambiar el color de los ojos, según figura en un documento elaborado para mejorar la imagen corporativa del Cuerpo.
Las nuevas normas sobre uniformidad figuran en un texto elaborado por la comisaria Ana Arias, responsable de la Unidad de Coordinación de la Policía, con categoría de subdirección general, que fue presentado el pasado lunes en el Consejo de Policía (órgano de mediación entre los responsables del Cuerpo y los policías). El reglamento recoge normas concretas para hombres y mujeres, y otros de estricta observancia por ambos.
En el caso de los primeros, deben llevar el cabello aseado y su corte “dejará ver la totalidad de los pabellones auditivos, sin ocultar el cuello de la camisa”. Si tienen barba, su longitud no debe ocultar el nudo de la corbata, y si han optado por el bigote o la perilla, deben llevarla arregladas, al igual que las patillas.
Las policías, por su parte, deben peinarse de manera que “la cara esté completamente despejada o visible, dejando ver los pabellones auditivos y el cuello de la camisa”, y las que tengan el pelo largo lo llevarán recogido, “procurándose por razones de seguridad que el largo no descienda por debajo de la línea de los hombros.
El decoro por encima de todo
Con carácter general para unos y otros, “no se permiten peinados, maquillajes, complementos o cualquier otro elemento que puedan ser considerados estrambóticos o extravagantes, o contrarios al decoro e imagen que se traslada a los ciudadanos”. Decoro que prohíbe también los “accesorios o complementos de joyería o bisutería habitualmente conocidos como piercing, o similares”. Los hombres tampoco pueden llevar pendientes, y las mujeres sólo aquellos cuyo tamaño no sobrepase el lóbulo de la oreja. Tampoco están autorizadas las pulseras, salvo las que hayan sido prescritas con fines terapéuticos.
Y un último apunte sobre el acicalado de los agentes: sólo pueden usar gafas de sol en lugares abiertos “y cuando las circunstancias climatológicas lo aconsejen”, aunque aún así puede limitarse su uso en determinados actos institucionales. Cuando no se estén utilizando, ni éstas ni las graduadas pueden llevarse sobrepuestas en la cabeza o colgadas del cuello mediante cordones, sino guardadas en los bolsillos del uniforme. Por último, sólo se permite el uso de lentes de contacto de prescripción facultativa, lo que descarta que se empleen como mero objeto estético para cambiar el color de los ojos.
Otras normas recogidas en el documento aluden al decoro en el uso del uniforme reglamentario (limpio, pulcro, de la talla adecuada), con botones y cremalleras cerrados y la corbata perfectamente anudada. Todo ello con el objetivo de mejorar la imagen corporativa, transmisora “de los valores y principios asociados” a la labor policial, y la percepción ciudadana de su “plena dedicación al servicio público”. Finalmente, el texto recoge los dos saludos reglamentarios para los funcionarios, el denominado “simbólico”, consistente en llevarse la mano derecha extendida hasta tocar la gorra y la expresión “a sus órdenes”, y el que se hace sin gorra, en el que el funcionario permanece en posición de firme.
Debate y derrota ministerial
El documento en cuestión suscitó un entretenido debate en la reunión que el Consejo de la Policía celebró el pasado lunes, en el que los presentes discutieron sobre quiénes llevaban la barba arreglada y quiénes no; o sobre la prohibición de llevar, por ejemplo, un piercing en el ombligo, obviamente oculto a la mirada de los curiosos. La discusión se cerró con una abrumadora derrota de la propuesta por el voto contrario de los sindicatos policiales con mayor representación, que han reclamado la celebración de reuniones previas para resolver tan enconado asunto.
http://www.elconfidencial.com/espana/po ... 00317.html
La moda ha llegado a la Policía, pero no para cambiar el diseño o el color de sus uniformes, sino para dotar de la máxima sobriedad el desempeño de su cargo. Para ello, el director general, Francisco Javier Velázquez, quiere que los funcionarios a sus órdenes no usen piercings, ni peinados, maquillajes o complementos estrambóticos o extravagantes, ni gafas de sol o lentillas para cambiar el color de los ojos, según figura en un documento elaborado para mejorar la imagen corporativa del Cuerpo.
Las nuevas normas sobre uniformidad figuran en un texto elaborado por la comisaria Ana Arias, responsable de la Unidad de Coordinación de la Policía, con categoría de subdirección general, que fue presentado el pasado lunes en el Consejo de Policía (órgano de mediación entre los responsables del Cuerpo y los policías). El reglamento recoge normas concretas para hombres y mujeres, y otros de estricta observancia por ambos.
En el caso de los primeros, deben llevar el cabello aseado y su corte “dejará ver la totalidad de los pabellones auditivos, sin ocultar el cuello de la camisa”. Si tienen barba, su longitud no debe ocultar el nudo de la corbata, y si han optado por el bigote o la perilla, deben llevarla arregladas, al igual que las patillas.
Las policías, por su parte, deben peinarse de manera que “la cara esté completamente despejada o visible, dejando ver los pabellones auditivos y el cuello de la camisa”, y las que tengan el pelo largo lo llevarán recogido, “procurándose por razones de seguridad que el largo no descienda por debajo de la línea de los hombros.
El decoro por encima de todo
Con carácter general para unos y otros, “no se permiten peinados, maquillajes, complementos o cualquier otro elemento que puedan ser considerados estrambóticos o extravagantes, o contrarios al decoro e imagen que se traslada a los ciudadanos”. Decoro que prohíbe también los “accesorios o complementos de joyería o bisutería habitualmente conocidos como piercing, o similares”. Los hombres tampoco pueden llevar pendientes, y las mujeres sólo aquellos cuyo tamaño no sobrepase el lóbulo de la oreja. Tampoco están autorizadas las pulseras, salvo las que hayan sido prescritas con fines terapéuticos.
Y un último apunte sobre el acicalado de los agentes: sólo pueden usar gafas de sol en lugares abiertos “y cuando las circunstancias climatológicas lo aconsejen”, aunque aún así puede limitarse su uso en determinados actos institucionales. Cuando no se estén utilizando, ni éstas ni las graduadas pueden llevarse sobrepuestas en la cabeza o colgadas del cuello mediante cordones, sino guardadas en los bolsillos del uniforme. Por último, sólo se permite el uso de lentes de contacto de prescripción facultativa, lo que descarta que se empleen como mero objeto estético para cambiar el color de los ojos.
Otras normas recogidas en el documento aluden al decoro en el uso del uniforme reglamentario (limpio, pulcro, de la talla adecuada), con botones y cremalleras cerrados y la corbata perfectamente anudada. Todo ello con el objetivo de mejorar la imagen corporativa, transmisora “de los valores y principios asociados” a la labor policial, y la percepción ciudadana de su “plena dedicación al servicio público”. Finalmente, el texto recoge los dos saludos reglamentarios para los funcionarios, el denominado “simbólico”, consistente en llevarse la mano derecha extendida hasta tocar la gorra y la expresión “a sus órdenes”, y el que se hace sin gorra, en el que el funcionario permanece en posición de firme.
Debate y derrota ministerial
El documento en cuestión suscitó un entretenido debate en la reunión que el Consejo de la Policía celebró el pasado lunes, en el que los presentes discutieron sobre quiénes llevaban la barba arreglada y quiénes no; o sobre la prohibición de llevar, por ejemplo, un piercing en el ombligo, obviamente oculto a la mirada de los curiosos. La discusión se cerró con una abrumadora derrota de la propuesta por el voto contrario de los sindicatos policiales con mayor representación, que han reclamado la celebración de reuniones previas para resolver tan enconado asunto.
http://www.elconfidencial.com/espana/po ... 00317.html