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Salvador Pendón, Presidente de la Diputación de Málaga, rompió ayer su silencio un mes después de su incidente con un grupo de Guardias Civiles en la feria de Álora, a los que supuestamente reprochó que no se cuadrarán a su paso. Pendón no dudó en acusar veladamente a los guardias de una actitud fascista e incluso llegó a mostrar una fotografía de uno de ellos con una imagen de Franco. "Soy intransigente con aquellos -guardias civiles- que se comportan con criterios preconstitucionales", se defendió. Seguidamente sacó la artillería y focalizó su ataque en uno de los cinco agente del Instituto Armado con los que se produjo el incidente, de quien dijo que "tiene comportamientos preconstitucionales; como demostró el día de la Patrona, que brindó con vaso con la cara de Franco y con un escudo preconstitucional", momento en el que enseño una fotografía de la escena. "Lo que le dije es que ante un gesto ostensible de falta de resepto a una autoridad podía haber ytenido el mismo comportamiento que sus compañeros, a los qsue yo les había dado la mano", señaló, para precisar que pronunció estas palabaras "sin amenazarlo, sin levantarle el puño, sin agredirle". Esta versión dista de las recabadas por la otra parte y que quedó plasmada en dos documentos de la Guardia Civil. Ésta apuntó que la actitud violenta del dirigente del PSOE llevó al Alcalde de Álora, José Sánchez, a mediar y pedirles perdón. Salvador Pendón prosiguió en su ataque contra este agente declarando que "después ha salido que si no me conocía. Vivo a 15 kilómetros y él lleva más tiempo destinado allí que yo de Presidente de la Diputación". El dirigente socialista por otro lado no mostró ningún tipo de arrepentimiento por la sentencia firme que le condenó por agredir a un edil del PP.