LOS TALIBANES EN ESPAÑA.
Publicado: 11 Oct 2010, 21:12
Con desmedido desprecio, se mira desde España la musulmana ortodoxia del mundo talibán, Irán, Somalia y otros cuantos más, como reyerzuelos y amos de la libertad y la democracia. Cuando en este país de pandereta y camisa blanca descamisada, se alardea de progresismo y de libertades, unos guardias civiles son vigilados por otros de la misma empresa, que pudieran pertenecer al Servicio Interior contra el Vicio democrático, ordenados por unos barbudos anacrónicos y mulás de la Dirección General del Cuerpo, junto a la conspiración del Bin Laden Rubalcaba, en defensa de los versículos de ese otro Corán o Cartilla del Guardia Civil del piadoso y loado Duque de Ahumada, que no era de Medina, pero da igual, el caso es lo mismo.
Si te pillan sin la prenda de cabeza o tricornio, para ellos es faltar el respeto al burka y ganas de lapidarte no faltan, lo mismo que si se enteran que te has metido las manos en el bolsillo, eso es como no hacer uso del velo y pedir las justas horas laborales, es adulterio en esta primitiva teocracia de las milicias de Almanzor y Abderraman III. La asociación AUGC desde hace tiempo viene denunciando y protestando contra esta tribu de turbante acharolado, que quieren, no mujeres, sino guardias esclavizados y si Aláh así lo quiere, poder azotarlos de vez en cuando desmoralizándolos cada día más. En sustitución, pues solo se encargan de vigilar que los textos coránicos amarquesados y amarillos del Siglo Dieciocho, se cumplan sin olvidar las horas de rezo, no para servir a Dios, sino a la mezquita moruna que tienen montada en Guzmán el Bueno y no olvidemos nuestras genuflexiones, no mirando a la Meca, sino a ellos, a sus irracionales órdenes generales y a su barbarie anquilosada de libertades y derechos.
La historia de este Instituto, puede dividirse en dos etapas, el colonialismo e imperio retrógrado del monolitismo religioso hacia el Duque de Ahumada de intolerable fanatismo castrense y la racional libertad plural del progreso para todos, y estas dos fases se hallan enfrentadas, la primera con disfraz y la segunda con las manos limpias, transparente y con rostro descubierto.
Esta consciente, bárbara e idólatra forma de llevar el Cuerpo, han hecho de unos individuos, dioses depredadores en su fauna verde, y los que quieren un futuro mejor, demonios y víctimas de esos Cronos caníbales, que se engullen los derechos laborales de sus hijos, con sus doctrinas del Kabul talibán y sátrapas del medievo.
No hay sociedad por vanguardista que parezca, ni individuo culto y civilizado en llamarse democráticos, si los guardias civiles aún no están a salvo de esas regresiones atroces de la que son víctimas en sus derechos laborales, por parte de un gobierno autoritario y una jefatura que aún le apasiona el oscurantismo y la esclavitud de sol a sol del pasado. España no está en la Europa democrática, mientras campee a sus anchas unos dirigentes que no quieren acabar con el oscurantismo ni avanzar adoptando un sistema de pluralismo para el Cuerpo, con la misma legalidad que el otro Cuerpo estatal, convirtiendo a unos policías en seres superiores y a otros meterlos en un holocausto judío, al estilo de la Alemania de Hitler, donde la superioridad del derecho laboral solo está permitido para unos y a otros vedados como judíos marcados de por vida, de ciudadanos de segunda clase.
Esta religión corporativista, no ha tenido la evolución del Cuerpo Nacional de Policía, u otras policías autónomas y se mantiene obcecada, en regular no solo el espíritu de sacrificio y virtudes pasadas de moda, sino también la vida laboral y familiar del guardia civil, como si fuera un ganado bovino que le pertenece a estos pastores de aldea, que creen depurar el Cuerpo de todo impío y vienen de salvadores de almas. Bajo el disfrute preparando piras incendiarias, quieren inmolar a esos chivos a expiar, con el fuego de expedientes, correctivos y persecución vil, en la que por desgracia, fueron expulsados antaño, muchos luchadores de las libertades democráticas.
Este estancamiento es tan inútil como patético y la única panacea universal en la que versan su doctrina prehistórica, es el carácter militar, como si esto fuera sinónimo de la desesperanza y obligación de ponerse en cuclillas para que te den con la pica o rebanarte el pescuezo. Es decir, el desaliento para los demás, no para ellos, que usan la naturaleza militar, como si fuera su espada de Damocles, para abortar sueños e ilusiones. Es su demonio aliado, sin él, no pueden mantener el Cuerpo estancado, engañado y estafado.
Ese carácter es el freno sistemático de mano, para impedir con absoluta fidelidad el movimiento del progreso y se basan en él, como el espíritu benefactor del Cuerpo, cuando solo les beneficia a ellos y es la zancadilla traicionera, para el que intenta salir de la cueva de Atapuerca y ver la luz. Aunque ya no pueden impedir, que cada día los guardias civiles van recobrando la vista, el habla, las pancartas y la calle, y temen que se carguen a ese demonio fiero que sacan de su jaula, cuando escuchan solicitudes de justicia y hasta su Belcebú, se les está quedando canoso, reumático y a punto de diñarla.
Saludos.
Si te pillan sin la prenda de cabeza o tricornio, para ellos es faltar el respeto al burka y ganas de lapidarte no faltan, lo mismo que si se enteran que te has metido las manos en el bolsillo, eso es como no hacer uso del velo y pedir las justas horas laborales, es adulterio en esta primitiva teocracia de las milicias de Almanzor y Abderraman III. La asociación AUGC desde hace tiempo viene denunciando y protestando contra esta tribu de turbante acharolado, que quieren, no mujeres, sino guardias esclavizados y si Aláh así lo quiere, poder azotarlos de vez en cuando desmoralizándolos cada día más. En sustitución, pues solo se encargan de vigilar que los textos coránicos amarquesados y amarillos del Siglo Dieciocho, se cumplan sin olvidar las horas de rezo, no para servir a Dios, sino a la mezquita moruna que tienen montada en Guzmán el Bueno y no olvidemos nuestras genuflexiones, no mirando a la Meca, sino a ellos, a sus irracionales órdenes generales y a su barbarie anquilosada de libertades y derechos.
La historia de este Instituto, puede dividirse en dos etapas, el colonialismo e imperio retrógrado del monolitismo religioso hacia el Duque de Ahumada de intolerable fanatismo castrense y la racional libertad plural del progreso para todos, y estas dos fases se hallan enfrentadas, la primera con disfraz y la segunda con las manos limpias, transparente y con rostro descubierto.
Esta consciente, bárbara e idólatra forma de llevar el Cuerpo, han hecho de unos individuos, dioses depredadores en su fauna verde, y los que quieren un futuro mejor, demonios y víctimas de esos Cronos caníbales, que se engullen los derechos laborales de sus hijos, con sus doctrinas del Kabul talibán y sátrapas del medievo.
No hay sociedad por vanguardista que parezca, ni individuo culto y civilizado en llamarse democráticos, si los guardias civiles aún no están a salvo de esas regresiones atroces de la que son víctimas en sus derechos laborales, por parte de un gobierno autoritario y una jefatura que aún le apasiona el oscurantismo y la esclavitud de sol a sol del pasado. España no está en la Europa democrática, mientras campee a sus anchas unos dirigentes que no quieren acabar con el oscurantismo ni avanzar adoptando un sistema de pluralismo para el Cuerpo, con la misma legalidad que el otro Cuerpo estatal, convirtiendo a unos policías en seres superiores y a otros meterlos en un holocausto judío, al estilo de la Alemania de Hitler, donde la superioridad del derecho laboral solo está permitido para unos y a otros vedados como judíos marcados de por vida, de ciudadanos de segunda clase.
Esta religión corporativista, no ha tenido la evolución del Cuerpo Nacional de Policía, u otras policías autónomas y se mantiene obcecada, en regular no solo el espíritu de sacrificio y virtudes pasadas de moda, sino también la vida laboral y familiar del guardia civil, como si fuera un ganado bovino que le pertenece a estos pastores de aldea, que creen depurar el Cuerpo de todo impío y vienen de salvadores de almas. Bajo el disfrute preparando piras incendiarias, quieren inmolar a esos chivos a expiar, con el fuego de expedientes, correctivos y persecución vil, en la que por desgracia, fueron expulsados antaño, muchos luchadores de las libertades democráticas.
Este estancamiento es tan inútil como patético y la única panacea universal en la que versan su doctrina prehistórica, es el carácter militar, como si esto fuera sinónimo de la desesperanza y obligación de ponerse en cuclillas para que te den con la pica o rebanarte el pescuezo. Es decir, el desaliento para los demás, no para ellos, que usan la naturaleza militar, como si fuera su espada de Damocles, para abortar sueños e ilusiones. Es su demonio aliado, sin él, no pueden mantener el Cuerpo estancado, engañado y estafado.
Ese carácter es el freno sistemático de mano, para impedir con absoluta fidelidad el movimiento del progreso y se basan en él, como el espíritu benefactor del Cuerpo, cuando solo les beneficia a ellos y es la zancadilla traicionera, para el que intenta salir de la cueva de Atapuerca y ver la luz. Aunque ya no pueden impedir, que cada día los guardias civiles van recobrando la vista, el habla, las pancartas y la calle, y temen que se carguen a ese demonio fiero que sacan de su jaula, cuando escuchan solicitudes de justicia y hasta su Belcebú, se les está quedando canoso, reumático y a punto de diñarla.
Saludos.