SUBOFICIALES - UN POCO MENOS ESCLAVOS
Publicado: 09 Ago 2011, 18:03
LA DGGC DA LA RAZÓN A LA UNIÓN DE SUBOFICIALES
Hace apenas unos meses, días después de nuestro nacimiento como Asociación Profesional, denunciábamos en un artículo denominado “El Suboficial de Guardia, el timo de la estampita” la incongruencia de un sistema, que desdeñaba la jerarquía tradicional de la Guardia Civil, mientras se ensayaban y experimentaban nuevas figuras de todo punto contrarias al propio marco normativo y jurídico de nuestra organización, y lo hacíamos con las siguiente palabras:
...Por un lado, el actor principal, nuestra Dirección General, que ávida de consenso con una escala históricamente denostada, pero definida como la espina dorsal de la Guardia Civil, necesita hacer un guiño a la cada vez más débil y vilipendiada escala de suboficiales. Para ello sin dudarlo ofrece una solución, ofrecer los “billetes” de una conciliación de la vida social y familiar a aquellos que por su entrega sometida a tarifas planas y subjetivas recompensas (productividades), nunca han podido catar lo que siente una persona liberada, temporalmente, de sus cargas de trabajo, aún a sabiendas que seguramente sería reprochado y reprobado por tribunales situados en lugares de difícil pronunciación como Estrasburgo.
No convencida del todo su víctima, entra en escena el “gancho”, pero esta vez en forma de asociación mayoritaria exclusiva de la escala, se ofrece cual libertador, esgrimiendo las opulentas ganancias que ofrece el trueque de conformar unos fines de semana de asueto, pero a cambio de la disponibilidad de otros “de su misma escala”. No existen precedentes y para ello se diseñan estudios, tesis, e hipótesis de trabajo. Todas las soluciones resultan ser contradictorias y de difícil acomodo normativo.
Mientras, testigos mudos e inertes, en forma de asociaciones generalistas, más preocupados por su “masa social” que por sus pocos y románticos afiliados suboficiales, no destapan el fraude y asienten con cierta indolencia que el gancho tiene la partida ganada.
A medida que avanza la negociación, el “gancho”, cómplice o cooperador necesario adquiere más relevancia y consigue vender un producto etiquetado por el propio actor principal, lleno de recortes de periódico. No obstante, la víctima, el Suboficial Comandante de Puesto, esta predispuesta. Tantos años de lealtad casi enfermiza, tantos años viviendo la desesperación que produce el saber que no tiene respaldo de nadie, hacen que al final se trague el timo, y fruto de sus ansias de tener al menos un período de libertad, de acomodo familiar, acepta el intercambio de billetes.
Nadie le ha siquiera insinuado, que el mando puede ser fácilmente delegado en su segundo natural, y que ésta y no otra es la solución natural, legal y jurídicamente viable, y ¿por qué?, simplemente por que tanto el actor principal, como su gancho son conscientes de que ello lleva aparejado un gasto. Gasto que el timador no quiere asumir, pero que sin embargo no aplica a Jefaturas de Comandancia, de Compañía, etc., y que el “gancho” no es capaz de denunciar.
Pues bien, como Saulo en el camino de Damasco al caerse del caballo, La Dirección General ha visto la luz y aunque sea con estivalidad y alevosía, acaba de publicar en el Boletín Oficial del Cuerpo de fecha 08 de agosto la Orden General número 6 de 28 de julio de 2011. Asunto: Modificación de la Orden General núm. 22, dada en Madrid a 11 de septiembre de 1998 sobre criterios básicos de organización y estructura de los Puestos, en la que taxativamente ordena que las ausencias sean suplidas por el segundo en línea jerárquica de cada Unidad. Esta medida potenciará la figura de los Suboficiales, así como de los Cabos, y ASÍ DICE:
Ahora sólo queda esperar que éstos, los llamados a sustituirles, sean retribuidos por esta nueva responsabilidad, nada extraña ni nueva por otra parte en distintas áreas de funcionalidad de nuestra sociedad: buques, aeronaves, hospitales, regimientos militares, consejos de administración, y en general en todos aquellos ámbitos donde debe quedar asegurada de forma permanente la continuidad del mando y el funcionamiento.
Felicitamos a la Dirección General por esta decisión, ya que somos conscientes que esto es lo que de verdad querían y necesitaban los Suboficiales, sin figuras introducidas a calzador. No obstante reclamamos desde USGC que se implante la figura del Suboficial Coordinador, integrado por los Suboficiales (Brigadas y Subtenientes) y se les rescate de las Planas Mayores, para desempeñar funciones de coordinación en las compañías y áreas de trabajo como antaño realizaban los Jefes de Línea en labores de Seguridad Ciudadana. Para ello nos ponemos a disposición de la propia Dirección General a fin de colaborar en esta línea y recuperar entre todos la dignidad y la acción de mando de la Escala de Suboficiales, fundamental en la estructura orgánica del Cuerpo.
LA JUNTA DIRECTIVA DE LA UNION DE SUBOFICIALES DE LA GUARDIA CIVIL
Hace apenas unos meses, días después de nuestro nacimiento como Asociación Profesional, denunciábamos en un artículo denominado “El Suboficial de Guardia, el timo de la estampita” la incongruencia de un sistema, que desdeñaba la jerarquía tradicional de la Guardia Civil, mientras se ensayaban y experimentaban nuevas figuras de todo punto contrarias al propio marco normativo y jurídico de nuestra organización, y lo hacíamos con las siguiente palabras:
...Por un lado, el actor principal, nuestra Dirección General, que ávida de consenso con una escala históricamente denostada, pero definida como la espina dorsal de la Guardia Civil, necesita hacer un guiño a la cada vez más débil y vilipendiada escala de suboficiales. Para ello sin dudarlo ofrece una solución, ofrecer los “billetes” de una conciliación de la vida social y familiar a aquellos que por su entrega sometida a tarifas planas y subjetivas recompensas (productividades), nunca han podido catar lo que siente una persona liberada, temporalmente, de sus cargas de trabajo, aún a sabiendas que seguramente sería reprochado y reprobado por tribunales situados en lugares de difícil pronunciación como Estrasburgo.
No convencida del todo su víctima, entra en escena el “gancho”, pero esta vez en forma de asociación mayoritaria exclusiva de la escala, se ofrece cual libertador, esgrimiendo las opulentas ganancias que ofrece el trueque de conformar unos fines de semana de asueto, pero a cambio de la disponibilidad de otros “de su misma escala”. No existen precedentes y para ello se diseñan estudios, tesis, e hipótesis de trabajo. Todas las soluciones resultan ser contradictorias y de difícil acomodo normativo.
Mientras, testigos mudos e inertes, en forma de asociaciones generalistas, más preocupados por su “masa social” que por sus pocos y románticos afiliados suboficiales, no destapan el fraude y asienten con cierta indolencia que el gancho tiene la partida ganada.
A medida que avanza la negociación, el “gancho”, cómplice o cooperador necesario adquiere más relevancia y consigue vender un producto etiquetado por el propio actor principal, lleno de recortes de periódico. No obstante, la víctima, el Suboficial Comandante de Puesto, esta predispuesta. Tantos años de lealtad casi enfermiza, tantos años viviendo la desesperación que produce el saber que no tiene respaldo de nadie, hacen que al final se trague el timo, y fruto de sus ansias de tener al menos un período de libertad, de acomodo familiar, acepta el intercambio de billetes.
Nadie le ha siquiera insinuado, que el mando puede ser fácilmente delegado en su segundo natural, y que ésta y no otra es la solución natural, legal y jurídicamente viable, y ¿por qué?, simplemente por que tanto el actor principal, como su gancho son conscientes de que ello lleva aparejado un gasto. Gasto que el timador no quiere asumir, pero que sin embargo no aplica a Jefaturas de Comandancia, de Compañía, etc., y que el “gancho” no es capaz de denunciar.
Pues bien, como Saulo en el camino de Damasco al caerse del caballo, La Dirección General ha visto la luz y aunque sea con estivalidad y alevosía, acaba de publicar en el Boletín Oficial del Cuerpo de fecha 08 de agosto la Orden General número 6 de 28 de julio de 2011. Asunto: Modificación de la Orden General núm. 22, dada en Madrid a 11 de septiembre de 1998 sobre criterios básicos de organización y estructura de los Puestos, en la que taxativamente ordena que las ausencias sean suplidas por el segundo en línea jerárquica de cada Unidad. Esta medida potenciará la figura de los Suboficiales, así como de los Cabos, y ASÍ DICE:
"En cualquier caso, existirá una coordinación funcional permanente entre el Comandante de Puesto y el que por ordenanza esté llamado a sustituirle, quien ejercerá las funciones propias del Comandante de Puesto en las ausencias oficiales del mismo incluido el descanso semanal reglamentario.
Estos criterios serán también de aplicación a los responsables de las Áreas de los Puestos Principales”.
Ahora sólo queda esperar que éstos, los llamados a sustituirles, sean retribuidos por esta nueva responsabilidad, nada extraña ni nueva por otra parte en distintas áreas de funcionalidad de nuestra sociedad: buques, aeronaves, hospitales, regimientos militares, consejos de administración, y en general en todos aquellos ámbitos donde debe quedar asegurada de forma permanente la continuidad del mando y el funcionamiento.
Felicitamos a la Dirección General por esta decisión, ya que somos conscientes que esto es lo que de verdad querían y necesitaban los Suboficiales, sin figuras introducidas a calzador. No obstante reclamamos desde USGC que se implante la figura del Suboficial Coordinador, integrado por los Suboficiales (Brigadas y Subtenientes) y se les rescate de las Planas Mayores, para desempeñar funciones de coordinación en las compañías y áreas de trabajo como antaño realizaban los Jefes de Línea en labores de Seguridad Ciudadana. Para ello nos ponemos a disposición de la propia Dirección General a fin de colaborar en esta línea y recuperar entre todos la dignidad y la acción de mando de la Escala de Suboficiales, fundamental en la estructura orgánica del Cuerpo.
LA JUNTA DIRECTIVA DE LA UNION DE SUBOFICIALES DE LA GUARDIA CIVIL