TRICORNIIOS DE PATA NEGRA

[depeche]

Tricornios de pata negra.

► Hace unos días, la Plaza Mayor de Madrid se cubrió de almas, amor propio y charol. En aquel microuniverso, tres mil guardias civiles de uniforme osaron reunirse desafiando a las sacrosantas normas que presiden sus vidas más de lo deseable en democracia, heredadas de un pasado tan chusquero como irracional. El Generalato de la Benemérita estaba escandalizado ante tanto alarde: ! agentes de uniforme pidiendo sentido común al Gobierno de la nación!.

Todo un desafío para Zapatero y para los generales de culo pelado que ven desvanecerse las costuras que han encorsetado la vida de este modélico Cuero de forma tan desigual como injusta. Sindicatos de la Policía Nacional, la Ertzainza o los Mossos d´Esquadra apoyaron la concentración, bien es cierto que algunos con intereses que bordean lo inconfesable.

Las voces más autoritarias reclaman del Mando Único sanciones ejemplares, que podrían acarrearles a los agentes díscolos pérdidas de destino o de haberes. Defienden que se ha vulnerado gravemente el código de estos hombres y mujeres como miembros de un estamento en el que la disciplina militar es un acto de fe tan indiscutible como la resurrección de los muertos. Pero estos castigos pueden tener los días contados.

El Consejo de Ministros del pasado día 12 aprobó un anteproyecto que incluye la supresión de la sanción de arresto para los agentes, salvo en lo que concierne al desempeño de misiones militares. El inspirador de este anteproyecto bien podríamos encontrarlo en una resolución del Comité Europeo de Derechos Humanos , con sede en Estrasburgo. El 2 de noviembre de 2006 esa corte europea falló a favor de un agente que había sido arrestado por un hecho tan cotidiano como una visita familiar sin avisar a sus superiores. Este y otros abusos que vulneran los derechos constitucionales de estos policías pronto serán historia, porque ya es un clamor formidable que pronto la Guardia Civil tendrá otro régimen jurídico..

Pero que hacer con las decenas de generales o con los oficiales de pata negra que se han enseñoreado de la Benemérita con sus prácticas caprichosas , por decirlo suavemente. Los ocupantes de casi todos esos sillones han provocado el hastío de los agentes de base, esos a los que habitualmente se llama « números ». Pues bien, esos números se están multiplicando por sí mismos y han constituido una patata calientes que no puede manosearse ni un minuto más sin que afecte gravemente a la moral de un cuerpo policial que se ha ganado el reconocimiento de la sociedad española en su lucha contraterrorista y toda forma de delincuencia más sofisticada.

Es ahora al Ejecutivo de Zapatero y al Parlamento a quienes corresponde resolver este asunto para siempre y definir lo que es un clamor: La Guardia Civil actúa como una policía más y así ha de ser tratada. Y no hay alternativa, se pongan como se pongan los generales.


Opinión… por Roberto Carbajal


Fuente: Diario EL NORTE DE CASTILLA