El teniente Garrote está convencido de que la Benemérita se ha convertido en la Policía más barata y peor tratada de toda Europa. "Y eso, a pesar de que con sus servicios se cubre el 90 por ciento de la demarcación territorial de todo el país, así como las aguas territoriales", añade.

La Unión de Oficiales fue presentada oficialmente en el Archipiélago hace apenas dos meses. Su delegado recuerda que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, se congratuló en marzo de los excelentes resultados obtenidos por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en el control de la delincuencia. Garrote apunta que el ministro, en cambio, no puede felicitarse de haber conseguido que esas mismas instituciones, la Guardia Civil y la Policía Nacional, estén igual de satisfechas con la consideración que el Gobierno ha tenido hacia ellas. El colectivo de Oficiales explica que los gobernantes deben saber que una "máquina" como la Guardia Civil, considerada como una de las más prestigiosas instituciones del Estado, necesita un adecuado mantenimiento, referido tanto a medios humanos como materiales. Y, además, la UO manifiesta que los resultados no pueden seguir cosechándose a base del coste personal y la fuerza de voluntad de sus componentes.

Garrote indica que resulta "lamentable" comprobar que la austeridad obligada en tiempos de crisis siempre es asumida por los mismos, que ven, año tras año, como sus "paupérrimos salarios" pierden más y más valor, a la vez que se derrochan millones de euros en nuevos proyectos policiales de "dudosa necesidad, como es el caso de la Policía Autonómica Canaria". Además, el delegado territorial recuerda que la diferencia presupuestaria entre la asignación a la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía se mantiene. Según los datos que maneja la Unión de Oficiales, en las asignaciones económicas del Gobierno del Estado para 2010, 82.812 guardias civiles recibirán 172.000.000 menos que los 66.038 funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía, incluida la reserva.

Garrote explica que dicho desequilibrio se ve acrecentado en el caso de los oficiales, debido a su estructura fragmentada en empleos y a su escaso número en relación con la plantilla. Si los mandos del Cuerpo Nacional de Policía llegan al 12,17 por ciento del personal, en el Instituto Armado tal porcentaje se reduce al 4,11 por ciento. Y en Canarias, la situación es todavía peor, pues los oficiales no llegan al 3,20 por ciento. A juicio de Garrote, "somos pocos, lo que lleva inevitablemente a la sobreexplotación; nos hallamos mal estructurados, por lo existe falta de estabilidad en los destinos, y estamos peor retribuidos". De los 124 mandos oficiales que figuran en el catálogo de puestos de trabajo para Canarias, hay 37 plazas sin cubrir, lo que representa casi el 30 por ciento. Esa carencia es mayor en la provincia de Las Palmas, donde hay 27 puestos vacantes, según la UO.

La temporalidad en los destinos del Archipiélago también es muy elevada, debido, entre otras causas, al cambio de destino implícito en cada ascenso. Para el teniente Julio Garrote, se trata del "efecto pescadilla": no vienen oficiales porque las condiciones profesionales y personales son difíciles, los que vienen tienden a pedir otro destino con prontitud, el catálogo se vacía y aumenta la carga de trabajo para los que se quedan, que también tienden a irse".

La Unión de Oficiales ha planteado, a través de su Junta Directiva Nacional, propuestas dirigidas a paliar, dentro de la situación de grave crisis económica, los cada vez más acuciantes problemas que vienen padeciendo los mandos del cuerpo respecto a la estructura obsoleta de escalas y han ofrecido una solución integradora que no implica incremento alguno en el gasto presupuestario, en relación al cumplimiento de la ley de Carrera Militar.

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