Malestar creciente entre los mandos de la Guardia Civil por las últimas decisiones de la Dirección General 

Hay dos motivos, especialmente significativos, que van a provocar en los próximos días una lluvia de recursos a la Dirección General:

El primero está relacionado con los destinos que se asignarán directamente a los tenientes ascendidos en virtud de la disposición transitoria sexta de la Ley de Personal, ya que se ha excluido la posibilidad de que los tenientes más antiguos puedan pedir dichas vacantes generando el consiguiente malestar entre aquellos que se ven perjudicados por esta excepcional medida.

El motivo de la polémica es que, por un lado, la Dirección General considera que dichas vacantes se producen por recatalogación de las ya existentes por lo que quien venía ocupándolas tiene preferencia mientras que, por otro lado, los oficiales afectados consideran que en el momento de la recatalogación se convierte en vacante de nueva creación al ser su titular de distinto empleo y, por tanto, debe ofertarse a todos los tenientes, dándose la paradoja de que tenientes modernos “pisarán” las vacantes a tenientes con mayor antigüedad.

Es de reseñar que el gobierno pretendía aprobar una modificación del Real Decreto de provisión de destinos que diese amparo jurídico a esta forma de asignar los destinos. Sin embargo, la situación política ha provocado que no se haya aprobado dicha reforma y que la decisión de la Dirección General sea jurídicamente difícil de encajar, por lo que muchos oficiales han anunciado ya su intención de formalizar el correspondiente recurso si no se anuncian dichas vacantes.

El segundo motivo, está relacionado con la integración de las escalas de Oficiales ya que la Ley de Personal y la Orden Ministerial que la desarrollan establece que todos los oficiales que no renuncien serán convocados de oficio al curso de complemento de formación necesario para integrarse en la nueva escala de oficiales.

Sin embargo, el Director General de la Guardia Civil ha dictado resolución en la que invierte lo estipulado en la legislación citada. Ahora, los oficiales deben solicitar expresamente su intención de asistir a los cursos siendo, en caso contrario, excluidos del proceso.

El 31 de marzo eran cerca de 1600 oficiales los que no habían renunciado a la integración, y por tanto deberían ser convocados a los cursos.  Ante tal avalancha, la DGGC, quizás con sus previsiones desbordadas, ha optado por ignorar lo que prevé la ley y que sean los oficiales los que, en una segunda ronda, tengan que solicitarlo de forma expresa.

De este modo es fácil suponer numerosas vicisitudes (enfermedad, vacaciones, descuido, fallos técnicos del aplicativo, etc) que impidan que un oficial pueda solicitar, en el plazo estipulado, su intención de acudir a los cursos de forma expresa.

Por ello, ante las solicitudes de sus asociados, los servicios jurídicos de la Unión de Oficiales están ya preparando el correspondiente recurso a tan controvertida y repentina resolución.

En cualquier caso, la solicitud expresa de asistir a los cursos está siendo masiva, manteniéndose nuevamente muy por encima de las previsiones de la DGGC.  Es normal que esto ocurra cuando, frente a lo que se prometió, muchos de los que queden en la escala a extinguir no mejoran sus expectativas profesionales, ni tan siquiera las mantienen sino que son incluso peores que las que viven actualmente. 

Es evidente que, o se actúa sobre las plantillas ofreciendo alternativas más sólidas y fiables, o la asistencia a los cursos para la integración será masiva provocando un gasto innecesario que bien podía ser aplicado a cubrir las necesidades de plantilla.

Madrid, 3 de junio de 2016
UNIÓN DE OFICIALES GUARDIA CIVIL PROFESIONAL