Hemos podido leer que el grupo parlamentario de Ciudadanos ha solicitado la comparecencia del Director General de la Guardia Civil para “explicar los motivos de las continuas desavenencias entre la Dirección General y las distintas asociaciones representativas de la Guardia Civil”.

Este requerimiento, parece que se produce tras el anuncio de AUGC de romper relaciones con la Dirección General y negarse a entrar a la sesión del Consejo que se celebró el día 18 de diciembre. El motivo que provocó este desencuentro fue la prohibición, por parte del Secretario del Consejo, que no del Director, de grabar la sesión con dispositivos móviles y hacer uso de los mismos para chatear o trasmitir en directo el contenido de la sesión, pero no por nada relacionado con los asuntos a tratar en el Consejo.

Aunque debemos reconocer que los trabajos en el ámbito del Consejo van lentos, no compartimos que el Director resulte insensible a las peticiones de los guardias civiles y de las asociaciones, o que esté recortando derechos. Muestra de ello es que uno de los proyectos más polémicos, el proyecto de modificación del Real Decreto de Sanidad en la Guardia Civil fue retirado del orden del día tras la petición de las asociaciones, como también ha mostrado su disposición a incrementar el número de grupos de trabajo para agilizar la reforma de la normativa de funcionamiento del Consejo y del propio funcionamiento de las asociaciones.

Hasta la fecha, desconocemos que el actual Director, Felix Azón, haya recortado algún derecho.  Por el contrario, ha sido el Tribunal Supremo, tras recurso de la propia AUGC, el que ha anulado la Orden General que regulaba los derechos de las asociaciones, normativa que fue aprobada en 2015 y sobre la que el actual Director no tiene ningún tipo de responsabilidad.  Tras esa Sentencia la única asociación que ha visto limitado el número de días disponibles para sus representantes ha sido AUGC. Paradójicamente, en este aspecto, AUGC ha sido la única asociación perjudicada por su propio recurso.  La solución pasa por aprobar una nueva normativa que, como ha indicado el Tribunal Supremo, debe tener rango de Real Decreto.  Hasta que no se apruebe, el Tribunal ha dictaminado que el Director no tiene competencia para regular esta materia. Por tanto, poca responsabilidad tiene el actual director en este problema. Su responsabilidad radica en impulsar, con la mayor agilidad posible, la aprobación de la nueva normativa.

Otro de los grandes agravios que se le imputan al Director es que haya cambiado el criterio que se venía utilizando para retribuir los incentivos al rendimiento en su modalidad de objetivos.  En la Guardia Civil, en los últimos cuatro años, se había retribuido de forma lineal. Se pagaba lo mismo a un Guardia que a un Coronel.  Este año, el Director, ha implantado un factor que corrige la injusta linealidad, y lo ha hecho sobre la base del nivel de responsabilidad de cada nivel de los distintos empleos, algo lógico y que se hace en la Policía, en la Administración Pública y en cualquier organización privada. Aún así las diferencias en esta retribución serán mínimas, solo supone un incremento de 0,05 por cada nivel de responsabilidad, menos de 20 € al año por cada nivel. De no existir estas mínimas diferencias, dado que los empleos superiores soportan mayor carga impositiva en IRPF, haría que, como ha ocurrido en los últimos años, la cantidad neta a percibir fuese inferior cuanto mayor mando o nivel de responsabilidad se ostenta. Algo totalmente incoherente en una organización jerarquizada. ¿En qué empresa el encargado o el jefe es el que menos cobra?

Por otra parte, Unión de Oficiales quiere manifestar que el Director se ha mostrado receptivo a las propuestas que, con rigor y seriedad le ha planteado nuestra Asociación, sin prejuicio de que su ejecución y materialización lleven su tiempo o, que haya cuestiones que escapan a la propia capacidad de decisión del Director.

Concluimos afirmando que por parte de la Unión de Oficiales no existe ninguna desavenencia que, al margen de las habituales relaciones entre Administración y asociaciones, justifiquen la ruptura con la Dirección General, ni con su Director.   Desde esta Asociación pedimos que se eviten crispaciones innecesarias y se pongan todos los esfuerzos en dar continuidad y agilidad a los trabajos de desarrollo normativo que redundarán en la mejora de la Guardia Civil y del servicio que presta. 

UNIÓN DE OFICIALES GUARDIA CIVIL PROFESIONAL

Madrid, 22 de diciembre de 2018

Una Asociación de Oficiales para Oficiales