Ayer tuvimos conocimiento de que se reformará, puntualmente, el Real Decreto de plantillas de la Guardia Civil de forma inminente para incrementar el número de Tenientes Generales, pasando su número de cuatro a cinco.

No podemos sino manifestar nuestra indignación por cómo se están realizando este tipo de modificaciones en nuestra estructura que, además, son manifiestamente insuficientes y soloparecen un lavado de cara.

La Guardia Civil no solo necesita un Teniente General, necesita dotar al Cuerpo de una plantilla de mando adecuada y proporcional al número de efectivos con los que cuenta el Cuerpo.

En primer lugar, la Guardia Civil está siendo despreciada respecto a otras organizaciones similares, como la Policía Nacional o los tres ejércitos que forman parte de las Fuerzas Armadas. El máximo responsable de la Policía, el DAO tiene entre sus divisas dos bastones cruzados con cuatro galones. Del mismo modo, cada uno de los tres ejércitos está comandado por un general con cuatro estrellas, mientras que al frente de la Guardia Civil, su DAO es un general de solo tres estrellas, es decir, un rango inferior. Es incomprensible que se pretenda que haya cinco tenientes generales y que no haya un general de cuatro estrellas que culmine la pirámide jerárquica, pero más incomprensible aún, es que ya lo tengan las demás organizaciones y no la Guardia Civil. Es, sencillamente, un desprecio a la Guardia Civil.

Pero no es el único desprecio que arrastra la Benemérita desde hace años, además de ser el Cuerpo peor retribuido, como todo el mundo sabe. El Real Decreto de plantilla, (que está en su último año de vigencia) no solo debe modificarse para incrementar un Teniente General, sino para dotar al Cuerpo de una estructura adecuada a sus necesidades. El porcentaje de mandos en la Policía (De Inspector a Comisario) supone casi del 10% de la plantilla, mientras que en la Guardia Civil apenas se llega al 4% (De Teniente a General). Esta insuficiencia de nuestra estructura, sumado a la dispersión territorial de las unidades de la Guardia Civil dificulta de forma objetiva, las posibilidades de conciliar la vida laboral y familiar, siendo una de las principales causas que provocan el rechazo en la mujer por ascender y promocionar profesionalmente. Además hace que un policía tenga más posibilidades de promocionar profesionalmente y alcanzar los puestos de mando que un guardia civil, al ser más numerosos estos puestos en la Policía que en la Guardia Civil.

También ha quedado en el olvido la reforma de la Ley de Personal de la Guardia Civil. No sabemos en qué cajón del Ministerio habrá quedado guardada. Esta reforma pretendía elevar el nivel de formación de ingreso en la Guardia Civil, como paso previo para poder elevar su clasificación a efectos retributivos (reforma que acometió la Policía en el año 2015), y extender el concepto de plantilla adicional a todos los empleos del Cuerpo, para que la Guardia Civil pueda reponer la plantilla de aquellos que guardias civiles que son destinados a organismos ajenos al Cuerpo (otros ministerios, organismos internacionales, etc.…), que siguen ocupando un puesto en la plantilla de la Guardia Civil aunque ni prestan servicio en ella ni cobran con cargo a su presupuesto. Esta reforma de la Ley, en coordinación con el Real Decreto de Plantilla, además, debería corregir las disfunciones que ha generado el proceso de integración de escalas llevado a cabo en los últimos años y garantizar una razonable proyección profesional en todas las escalas.

¿Por qué siempre la Guardia Civil es la última para todo?, ¿por qué se nos castiga injustificadamente de ese modo?, ¿por qué los y las guardias civiles no pueden tener las mismas oportunidades de promoción que en la Policía?, ¿por qué el número de mujeres que acceden al nivel de mando es inferior?

Ya que el ministro ha iniciado el proceso de cambios, no puede limitarse a parchear sólo por arriba y olvidarse de lo demás. Con el fin de impulsar estas reformas, imprescindibles en el proceso de evolución y modernización de un Cuerpo eficiente y al servicio de la seguridad de todos los españoles, tendemos la mano al Ministro del Interior para que se abra una línea de comunicación y colaboración constructiva. El Gobierno y Ministro de Interior Sr Grande Marlaska, tienen la oportunidad de demostrar su aprecio o desprecio a la Guardia Civil, y eso se demuestra con hechos, abordando las verdaderas reformas que la Guardia Civil necesita.

Madrid, 11 de junio de 2020

UNIÓN DE OFICIALES GUARDIA CIVIL PROFESIONAL

Una Asociación de Oficiales para Oficiales